La compañía Petróleos Mexicanos (Pemex) prevé dejar de producir gasolina tipo premium este año. La decisión supone que la empresa dejará de ganar 68.104 millones de pesos, unos 3.300 millones de euros al cambio actual. A partir del próximo mes de agosto, siempre según las previsiones de la firma petrolera, ninguna de las refinerías que opera (Madero, Cadereyta, Minatitlán, Salamanca, Salina Cruz y Cadereyta) podrá producir ni un solo litro de este combustible, que en la actualidad emplean los automóviles más modernos, a pesar de la demanda creciente, que alcanza más de 107.000 barriles diarios en todo el año.Esto significa que toda la gasolina premium que consuman los ciudadanos de México, a partir del próximo mes de agosto, será de importación, ante la incapacidad del Sistema Nacional de Refinación para ofertarlo, según se desprende de los planes que marca el Programa Operativo Anual de Pemex (POA) de 2020.Los registros de la Amia, Inegi, Pemex y la Subsecretaría de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía (Sener) señalan que son más de cinco millones de vehículos los que emplean este tipo de combustible en el país azteca.ImportaciónPara subsanar la falta de producción de este combustible, Pemex Transformación Industrial (TRI) contempla, como parte de su cartera de negocio, importar 103.000 barriles diarios de premium tipo Ultra Bajo Contenido de Azufre (UBA) a un precio promedio anual de 88,29 dólares (91,29 euros) por barril y 3.000 barriles más de premium con mayor contenido de azufre a un precio de 83,32 dólares (76,71 euros). El desembolso en dólares por estas compras externas se estima en 3.420 millones de dólares (3.140 millones de euros), lo que se traduciría en 68.104 millones de pesos.La empresa pronostica que el valor de este mercado en 2020 asciende a 72.758 millones de pesos (3.500 millones de euros) por ventas internas, pero 93,6 centavos de cada peso (0,04 céntimos de euros) que reciba la compañía se irán directamente a asumir el coste de las importaciones.El POA 2020, que contiene las principales variables operativas de la empresa petrolera estatal comprometidas para este año, detalla que en los primeros siete meses del año Pemex aún puede aportar un promedio mensual 500 barriles de este combustible, que representa una oferta de apenas el 0,46% de la demanda prevista para ese periodo, estimada en 106.900 barriles diarios.El problema para Pemex no es nuevo. A lo largo del año pasado ya hubo meses en los que se produjo gasolina premium, pero otros en lo que no se reportó ni un solo barril. En marzo del año pasado, El Universal publicó que México estaba experimentado una debacle en la producción de este tipo de gasolina durante los primeros 90 días de la nueva Administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). No cubre la demandaEntre diciembre de 2018 y enero de 2019, Petróleos Mexicanos (Pemex) arrastró una caída del 67% en la producción. En esas fechas, la petrolera mexicana no podía cubrir ni el 1% de las necesidades del mercado nacional con producción propia, lo que le obligó a mirar al extranjero, sobre todo al mercado de Estados Unidos, para comprar el producto. Para entonces, prácticamente todos los automóviles de nueva producción utilizaban gasolina premium importada.Los registros de la empresa productiva del Estado mostraban que en enero de 2019 produjo apenas un promedio de 314 barriles diarios de gasolina premium, cuando la demanda era de 97.982 barriles diarios.El uso de la gasolina premium para los modelos de nueva creación se aconseja en los manuales del propietario que ofrecen las agencias cuando venden un automóvil. Este es uno de los elementos a considerar cuando se realiza la carga para los vehículos, puesto que este tipo de combustible requiere un proceso más complejo, que permite disponer de una gasolina con mejor tratamiento químico, menor cantidad de azufre y agrega aditivos que alargan el ciclo de vida del motor, por eso su precio de venta es más alto en relación con la gasolina tipo magna.