Las facultades de medicina españolas están desbordadas. Esta es la principal reivindicación con la que el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) inaugura 2020. Esta petición tiene el apoyo total del Foro de la Profesión, a pesar de que no parece tener el mismo eco en el campo político ni en el universitario. En la actualidad hay 43 facultades de Medicina en funcionamiento. Este órgano ha pedido que no se abran más y que se reduzcan los Numerus-clausus, ya que reclaman "una formación de calidad, con unas prácticas que no estén saturadas". Además, han exigido un aumento de plazas MIR, que consideran "un continuo necesario para poder ejercer con garantías en el sistema sanitario español". La oferta este curso académico 2019/2020 para estudiar Medicina es de 7.051 plazas, que supuso un crecimiento de nueve plazas respecto a los datos del pasado curso 2018/2019. En un análisis por comunidades autónomas, Andalucía baja su oferta de plazas, mientras que otras regiones con solo una facultad en su sistema formativo, como Aragón, Baleares, Asturias o Castilla-La Mancha, mantienen sus cifras. Otras facultades que continúan con sus datos son las de Canarias, Cantabria, Castilla y León, Extremadura y Galicia. Dos grandes comunidades a nivel formativo en lo que se refiere al grado de Medicina, Cataluña y Comunidad Valenciana, también conservaron su número de plazas respecto a la oferta del pasado año.Coral Arriola, vocal de Comunicación del CEEM, considera que desde este Consejo "no nos oponemos a que existan las facultades ya abiertas, pero en estas sí que debería haber una regulación estricta de los Numerus-clausus". Hoy en día España cuenta con una de las tasas más altas de médicos por mil habitantes, además, es el segundo país del mundo en número de facultades de medicina, duplicando la tasa recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La diferencia es tal que en los últimos 10 años se ha pasado de 28 facultades de medicina a 42. Seis millones de eurosEn cuanto al aspecto económico, el gasto que supone la im-partición del Grado de Medicina en una facultad promedio que tenga 173 alumnos supera los 6 millones de euros, con un gasto aproximado por cada estudiante que supera también los 6.000 euros anuales, según fuentes del CEEM. Los alumnos, los protagonistas que sufren esta situación, se han posicionado y han organizado una campaña resumiendo en 12 puntos los motivos por los que no se deberían abrir más facultades de Medicina en España. En primer lugar, indican que no solamente por el hecho de abrir más aulas signifique que todos los alumnos vayan a terminar su formación. Además, a pesar de que hay más facultades, cada vez hay menos profesores y al aumentarse el número de alumnos, la consecuencia directa es que tienen menos días de práctica y menos atención por parte de los docentes. Apuntan que los culpables de estos intentos de aumentar las facultades recaen en razones políticas y de prestigio. No obstante, debido al déficit de los médicos, España se ve obligada a buscar profesionales en el extranjero. El MIR como formaciónLos estudiantes consideran que el MIR no debe entenderse como una salida tras la carrera, sino como una fase más de la formación médica. En este sentido, añaden que, si ahora hay una proporción de dos aspirantes MIR por plaza convocada, el aumento de las aulas de Medicina sin subir el número de plazas implicará que cada vez sea más difícil acceder a esta oportunidad.En cuanto a la formación que reciben, los alumnos señalan que a medida que sube el número de estudiantes, la consecuencia directa recae en una peor formación. Además, la situación de los docentes no mejora: indican que existe un déficit del 20% del profesorado permanente y de 2017 a 2026 se prevé que el número de docentes se reduzca a la mitad.La calidad de esta educación es otro de los puntos clave que destaca el CEEM, que también considera que, a corto plazo, el aumento de los Numerus-clausus afecta directamente a la docencia. Esta situación se agrava en el ámbito de las prácticas. Además, la apertura de nuevas facultades conlleva una necesidad de nuevos hospitales, o que algunas facultades tengan que renunciar a alguno de los centros médicos que actualmente disponen. En cuanto al futuro de los estudiantes, el Consejo considera que a largo plazo, la formación de más médicos de los que se necesita, da lugar a que estos no puedan acceder a la Formación Sanitaria Especializada y, por tanto, no puedan ejercer la medicina en nuestro país. Las salidas que les quedan son irse al extranjero, prepararse oposiciones para el Ministerio de Interior, de Justicia o de Defensa para hacer Medicina Penitenciaria, Medicina Legal y Forense o Sanidad Militar, o directamente dedicarse a otra área que no sea la Medicina. Resolución finalLa solución que propone este colectivo es clara y sencilla: reducir los Numerus-clausus e impedir la apertura de nuevas facultades. "Necesitamos un compromiso por parte de los gobiernos y universidades para que no se continúe con la tendencia de los últimos años, y que cada año no se presenten al MIR más del doble de personas de las plazas que hay", opinan fuentes del CEEM.Además, proponen que como medida temporal se puedan aumentar las plazas MIR para dar salida a la bolsa que se ha generado con el tiempo de graduados en Medicina que no pueden continuar con su formación. No obstante, esta medida tampoco puede ser desproporcionada, ya que la formación sanitaria especializada debe realizarse en centros que estén capacitados para ello, sin poner en riesgo la calidad de la formación.