El presidente de BBVA, Carlos Torres, ganó el año pasado 5,63 millones de euros en su primer año como presidente de BBVA. La cuantía es superior a la recibida por su antecesor en el cargo, Francisco González, quien generó un cobro de 5,47 millones en 2018, el último ejercicio en el puesto de mando, tras más de dos décadas.Estas cantidades, además, no tienen en cuenta el fondo de jubilación. De incluirse la diferencia entre un ejecutivo y otro es del 41%. Mientras Torres ha sumado 1,9 millones a su hucha de pensión, hasta un total de 21,58 millones, González había dejado de acumular dichos derechos. Eso sí, su pensión llegó a elevarse a los 79 millones, de los que supuestamente disfruta desde hace algo más de doce meses.Por su parte el consejero delegado, Onur Genç, ha generado un sueldo de 5,03 millones, también superior al de Torres en 2018, cuando ocupaba este cargo. Entonces, la remuneración de éste fue de 4,21 millones. El número dos, asimismo, cuenta con un complemento salarial por desplazamiento de 1,16 millones, siendo el único de la cúpula con esta asignación especial, pero a cambio de renunciar a la prestación por jubilación. Onur Genç vino de Estados Unidos, donde era responsable de la filial.Fuentes de la entidad indican que estas diferencias obedecen, sobre todo, a la parte de la variable, ya que las fijas se mantienen ligeramente por debajo de las de 2018. En el bonus, cuyo cobro es diferido en el tiempo y sujeto a cláusulas de devolución, se incorporan diferentes métodos de cálculo y evolución de los beneficios del desempeño bolsa, que ha sido mejor que sus comparables.Sin devolución por mala praxisEstos salarios se produjeron en medio de la tormenta judicial y de reputación que ha salpicado de lleno a BBVA por el caso Villarejo, cuyo secreto de sumario se levantó hace unos días. Torres, en su última comparencia pública, resaltó que esta causa, que investiga la trama de espionaje de 2004 a 2017 a políticos y empresarios, que era "imposible" su relación con los hechos.De hecho, el resultado de este caso podría obligar al banco a tener que obligar a Francisco González, a devolver parte de los salarios que ha percibido en el pasado y los que aún tiene por percibir, al estar su pago diferido.En los informes publicados ayer, con vistas a las próxima junta de accionistas, BBVA especifica que todavía "no ha procedido a reducir o reclamar la devolución de la remuneración variable de los consejeros ejecutivos en aplicación de las políticas retributivas aplicables". Según la política de remuneraciones, el 40% de la retribución variable se paga durante el primer trimestre del año siguiente, la mitad en acciones y mitad en efectivo, mientras que el 60% restante se difiere y queda sujeto a indicadores plurianuales que pueden reducir e incluso llevar a cero dicha parte, además de contar con la claúsulas de no abono o devolución si se comprueba irregularidades o quebrantos patrimoniales por mala praxis. BBVA destacó en un comunicado que en 2019 fue el primer año en el que incorporó en las métricas para establecer el bonus índices de sostenibilidad, dentro de la partida de partidas no financieras. Para 2020, la entidad tendrá en cuenta también mediciones por su compromiso contra el cambio climático y el desarrollo sostenible, además de la inclusión social. El grupo anunció en enero que una de los puntos clave para el nuevo plan de negocio, del que dará cuenta a finales de marzo, será la financiación verde.El conjunto del consejo de administración, sin contar los tres ejecutivos, percibió 4,238 millones, tanto por su asignación fija como por la retribución en especie, es decir, un 6,6% más que en 2018. Por su parte, el vocal ejecutivo José Manuel González-Páramo obtuvo una remuneración de 1,6 millones de euros, incluyendo los derechos generados para su plan de jubilación. González-Páramo dejará el órgano rector un vez la junta de accionista ratifique la nueva composición tras los cambios anunciados esta misma semana. Además, ya no tendrá funciones en la alta dirección al pasar formar parte del equipo de asesores externos. Suma un fondo de pensiones de 1,4 millones de euros.