El Ministerio de Transición Ecológica prepara un importante hachazo a la cogeneración que supondrá un recorte del orden de 1.350 millones de euros en el periodo que va desde 2020 a 2022. Este ajuste ha puesto en alerta al sector, que ha convocado para hoy una reunión urgente a la que acudirán del orden de 120 empresas para trazar su estrategia antes de la aprobación de esta medida, que debería producirse durante el mes de febrero.En el encuentro previsto para hoy, la patronal Acogen espera explicar a sus asociados la complicada situación que se avecina por este cambio normativo, que ya ha provocado una caída de la producción de este tipo de plantas del 9% solo en el mes de enero y que amenaza la competitividad de estas industrias, así como los presupuestos ya cerrados de las compañías.Según las cuentas que realiza Acogen, un ajuste de este calibre supondrá elevar el coste energético para las empresas que cuentan con cogeneración (azulejeras, papel, alimentación) del orden de un 20% lo que puede forzar a las industrias a subir los precios de sus productos o a reducir sus márgenes.El informe sobre la orden de la CNMC sigue pendiente de conocerse, pero ya ha sido aprobado por el organismo regulador.Precios mayoristas erróneosEl Ministerio ha realizado las previsiones de esta nueva retribución sobre unas bases de precios del mercado mayorista que no se ajustan a los precios reales. La orden se basa en datos a octubre de 2019 en lugar de a diciembre, o más actuales a enero, que mejorarían los escenarios para todas las tecnologías. Por ejemplo, fijan para 2020 un coste de la energía de 55,85 euros/MWh, para 2021 de 52,54 euros/ MWh y para 2022 de 49,36 euros/MWh, lo que supone precios superiores a los que se están registrando en los mercados de futuros y suponen una mayor merma para la rentabilidad de estas plantas solo por esta diferencia.La propuesta de orden reduce en 3.000 millones de euros la retribución de renovables, cogeneración y residuos, pero carga especialmente contra la cogeneración a la que recorta del orden de 1.350 millones o el 43% anual, a razón de 450 millones de euros al año, cuando su peso en el conjunto de la orden no llega al 18% de las tres tecnologías. Concretamente, la retribución regulada de la cogeneración para 2020, comparada con la de 2019, baja un 36%. Desde que se presentara el borrador de la orden el pasado 8 de enero, Acogen ha presentado alegaciones a los cambios de metodología y la actualización parcial de parámetros retributivos que incorpora la propuesta.La asociación indica que las buenas perspectivas de las cuentas eléctricas de este año y su evolución hacen incomprensible la magnitud del recorte. Para los cogeneradores, el ajuste previsto era de unos 142 millones (alrededor de 426 millones en el periodo).Según explica la asociación, hay parámetros en la propuesta que no se basan en datos y circunstancias actuales, por lo que su ajuste a la mejor información disponible conduciría a que las variaciones económicas detectadas se absorban de manera gradual entre 2020 y 2025, de modo que las industrias con cogeneración puedan adaptarse en un periodo transitorio a la retribución.Los cambios metodológicos y la actualización parcial de parámetros retributivos de la propuesta invalidan los presupuestos anuales de las empresas cerrados hace dos meses, lo que desmorona la confianza económica de los cogeneradores con la consiguiente alarma entre multinacionales e inversores por la inseguridad jurídica y la inestabilidad que supone en la regulación en un momento tan complejo para la economía en el que se necesitan soluciones razonables, indica Acogen.Causas del recorteLas causas del recorte son técnicas, pero el resultado final se lleva por delante 450 millones de euros anueles al no referenciarse a la última información disponible. Por ejemplo, deberían superarse los errores metodológicos y de actualización de información de base, en línea a lo regulado para eléctricas y gasísticas en sus retribuciones al transporte y distribución para las que el Gobierno recomendó prudencia financiera y progresividad, y dar igual trato a la cogeneración que da servicio a las industrias calorintensivas que compiten en el exterior y que son la base de nuestro empleo estable y de calidad.La incertidumbre de los cogeneradores crece ante las imprevisibles consecuencias productivas, de empleo y legales que podría acarrear la orden si no se atienden las alegaciones. Las industrias que emplean la cogeneración confían en que el actual procedimiento legal de alegaciones en curso pueda reconducir la situación atendiendo a las carencias detectadas en la propuesta.