La Fundación Valenciaport, en la que participan las empresas que operan en el Puerto de Valencia y la propia Autoridad Portuaria, ha suspendido las clases para la obtención del Certificado de Profesionalidad de la Estiba que empezó a impartir en diciembre a un total de 70 alumnos, el grueso desempleados. En concreto, este curso subvencionado con fondos públicos del Servicio Valenciano de Empleo y Formación (Labora) ha sido cancelado al no poder garantizar que los alumnos realicen las preceptivas prácticas en los muelles del recinto valenciano, y la razón de que no puedan realizarlas es que los sindicatos de estibadores, en particular el mayoritario Coordinadora, han presionado a las empresas para que rechacen la formación de nuevos profesionales, según defendió la propia fundación.Este fue el relato de los hechos que expuso el propio presidente del Puerto de Valencia y de la Fundación Valenciaport, Aurelio Martínez, en un encuentro con los alumnos realizado este viernes para informarles sobre la fortuita cancelación de su formación. El dirigente explicó en primera persona la situación, y lo hizo cargando las tintas contra el sindicato mayoritario de la estiba. "En enero tuve una reunión con un grupo de estibadores. Nos dijeron que se estaba negociando el 5º Acuerdo Marco en Madrid y que lo que estábamos haciendo nosotros no lo iban a aceptar, que los temas de formación estaban en ese proceso de negociación y que, por lo tanto, iban a estar en contra de esos cursos que estáis recibiendo vosotros", precisó Martínez este viernes a los alumnos -según ha podido constatar elEconomista-."Lo que hicimos a continuación fue reunirnos con los empresarios", continuó el dirigente. "El problema que tenemos son las prácticas, son 400 horas de prácticas. Los empresarios nos dijeron que a ellos sí que les apetece que continuemos con la docencia, pero que no están dispuestos a firmar ningún escrito garantizando las prácticas que necesitáis. Es verdad que cuando hay poca gente, cuando se trata de 12 o 15 personas, pues hay algunas terminales con una relación distinta con los estibadores y, a lo mejor, lo admitirían. Pero no para 70. Sois mucha gente. Los empresarios no quieren firmar ningún acuerdo. Podríamos obligarles legalmente, pero eso traería consecuencias para ellos", agregó.Las "consecuencias"¿De qué consecuencias se trata? Preguntaron los alumnos, a lo que Martínez respondió sin ataduras. "Todo depende de los mecanismos de presión que vayan a hacer determinados sindicatos, en concreto, Coordinadora. Hay algunas terminales que no han suscrito los acuerdos y que van por libre (Intersagunto, en Gandía...) y ellos probablemente admitirían a algunas personas. Pero son muy poquitas. Con las grandes terminales en Valencia va a ser complicado. ¿Por qué? Hay varias razones. No se trata de que vaya a haber violencia, no se trata de eso. No hace falta. Honestamente, no hace falta. Basta con que los estibadores no doblen manos, vayan haciendo las cosas con lentitud etc. Y eso le hace un daño económico tremendo a las terminales. Por eso nadie se atreve a hacer vuestras prácticas, por que son conscientes de que pueden sufrir mecanismos de presión. Lo que están esperando es que el V acuerdo marco dé pistas de por dónde puede ir la formación", detalló.De nuevo incisivo, Aurelio Martínez resumió la posición de empresas y sindicatos. "¿Qué quieren las partes? Unos lo que quieren es la liberalización, como es lógico, y otros lo que quieren es controlar el proceso de la estiba desde la formación. No sé si me entendéis: 'Si yo controlo quién entra en la formación controlo también quién entra a trabajar en la estiba'", aseveró el presidente del Puerto de Valencia."Es casi imposible que se os puedan garantizar las prácticas, y sin las prácticas el curso no vale para nada, sinceramente. Sirve para que tengáis un certificado, pero me parece que es un engaño, que os estaríamos engañando", zanjó Martínez, si bien se ofreció a "hablar con la conselleria y ver si pueden mantener las subvenciones sin que estén garantizadas las prácticas".Preguntado al respecto, el presidente del Comité de Empresa del Centro Portuario de Empleo de Valencia, Jorge García Faerna, se desmarcó de las acusaciones. "Por parte del comité no ha sido así. Somos conscientes de que hay libertad de formación. Es más: todo lo contrario. Yo personalmente me he esforzado en que salga adelante este curso. Lo que tenemos que hacer es formar y adaptar los trabajadores portuarios a los nuevos retos. Debe ser así, debe ser libre el acceso", afirmó.El dirigente, que lidera desde CCOO la coalición de cuatro sindicatos que desbancó a Coordinadora del poder en el comité de Valencia, agregó que no tiene "ni idea" sobre por qué no se ha llegado a un acuerdo para realizar las prácticas de estos alumnos en el puerto. Y agregó una crítica a la organización del mismo: "No entiendo cómo se ha lanzado el curso sin tener garantizadas las prácticas", dijo. Por lo que respecta a Coordinadora, este periódico intentó sin éxito obtener la versión del sindicato mayoritario. Ni su departamento de comunicación a nivel nacional ni su líder en Valencia, Óscar Martínez, quisieron atender a elEconomista.El grueso de los alumnos asistentes a la charla se mostraron partidarios de continuar con la teoría a expensas de que la Fundación Valenciaport encuentre una solución para la realización de sus prácticas. Algunos de ellos lamentaron que habían dejado puestos de trabajo para abordar esta formación con la esperanza de entrar en la estiba en el marco de su liberalización. Otros subrayaron que han renunciado a su prestación por desempleo para cursar el certificado. De los tres grupos totales, dos de ellos los aglutinaban personas desocupadas.