López Obrador también analiza vender o alquilar la aeronaveEl presidente Andrés Manuel López Obrador está en total libertad de vender, alquilar o rifar el avión presidencial, pues el Gobierno pagó la totalidad de la aeronave al fabricante Boeing en junio de 2014. En 2012, Banobras adquirió el Boeing 787-8, dio un anticipo de 36,1 millones en noviembre de ese año y un primer pago parcial por 19,8 millones en junio de 2013. Después, se liquidó por completo el avión por 58,96 millones en junio de 2014.En total, a Boeing se le pagaron 114,86 millones por el avión y un paquete de refacciones a bordo, de acuerdo con el Contrato de Arrendamiento Financiero para la Adquisición de una aeronave marca Boeing 787-8 del 1 de noviembre de 2012, al que El Universal tuvo acceso. Al momento de adquirir el avión, Banobras se lo arrendó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para que fuera la responsable de operarlo, asegurarlo y darle el mantenimiento correspondiente.El arrendamiento entre Banobras y la Sedena se fijó a un plazo de 15 años, por lo que concluye en 2027. Incluso durante el sexenio pasado, la Sedena tuvo una partida presupuestaria cada año de alrededor de 19,87 millones, para pagar el arrendamiento del avión a Banobras. Por lo tanto, se trata de una deuda entre instituciones de gobierno y se puede liquidar o condonar en cualquier momento.El arrendamiento financiero entre Banobras y Sedena fue por 159 millones de euros, "pudiendo diferir por ajustes en los conceptos que lo integran", señala el contrato. Si la rifa del avión resulta exitosa, con los 6 millones de boletos a 500 pesos cada uno (23,86 euros), se puede liquidar el contrato de arrendamiento con Banobras. Pero el Gobierno no utilizará el dinero para eso, sino para comprar equipo médico y ambulancias.A pesar de que el avión ya se terminó de pagar a Boeing, la propuesta de una rifa para deshacerse de la aeronave no cumple con la Ley Ge-neral de Bienes Nacionales.