barcelona. Llegar al aeropuerto, tener que despojarse de mil y un aparato electrónico, enseñar el equipaje de mano, meter los líquidos y semisólidos en una bolsa de plástico, abrir el ordenador, llevar la compra del duty free en otra bolsa... Un sin fin de molestias que según el presidente de la compañía aérea Vueling, Josep Miquel Abad, pueden poner en peligro la gran eclosión que desde hace unos años está viviendo el sector aéreo. En opinión del presidente de de la compañía aérea consede en Barcelona habría que encontrar el equilibrio entre la "seguridad imprescindible y el mínimo de incomodidades" para los pasajeros.