Ha logrado con O2 ingresar 142 millones cada día y ganará el 37% más este añomadrid. Un giro completo de la Tierra, lo que para cualquiera significa un día, para Telefónica son otros 142 millones de euros que ingresa. Cada día, ésa ha sido la media de la multinacional española entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de este año hasta sumar 38.704 millones de euros de facturación, el 43 por ciento más que en el mismo periodo de 2005. Facturación récord, beneficio récord (5.186 millones de euros, el 59,4 por ciento más) y revisión de las previsiones para el año de las que gustan, es decir, al alza. Telefónica se ha comprometido a ganar este año el 37 por ciento más que en 2005. Tiene que apretar el paso para llegar al objetivo de duplicar la ganancia en 2009 y celebrarlo dando un euro de dividendo por título a cada accionista ese año. Y de momento ayer confirmó una de las vías de ingreso fresco a partir de 2007: nueva subida de la cuota de abono mensual de las líneas de telefonía fija en España. De los 13,43 euros (sin contar IVA) que paga cada una de las 22,3 millones de líneas fijas que tiene en España; se pasará a cobrar 13,69 euros. Esos 27 céntimos más por cliente al mes, que descongelarán la cuota mensual, equivalen para la compañía, tacita a tacita, a 71,8 millones más al año. Pero, ¿sigue siendo tan importante España? Lo es, pero menos. Telefónica es un imperio donde no se pone el Sol en el que se conectan a redes de la española 195,9 millones de personas y que ha cambiado de vehículo sobre el que rodar. Antes se movía sobre una bicicleta, con la rueda delantera en España (53,1 por ciento de los ingresos en 2005), la trasera en América Latina (40,9 por ciento) y una pequeña rueda de apoyo en Europa que aportaba el 4,6 por ciento de la facturación. Ahora la teleco se ha estabilizado sobre un potente triciclo que tiene dos ruedas delanteras: España (38,5 por ciento) y América Latina (34,7 por ciento) y una trasera en Europa (26 por ciento de los ingresos) gracias a la compra de O2. La entrada del grupo británico en la familia de filiales de la española, supuso un primer efecto negativo que fue la duplicación de la deuda. En concreto, entre finales de septiembre de 2005 y la misma fecha de 2006, Telefónica debe 188 euros por cada 100 que debía entonces. La hipoteca alcanza ahora 52.238 millones. Esto pesa en las cuentas, con un aumento de los gastos financieros del 71,5 por ciento que en los nueve primeros meses han restado a Telefónica 1.928 millones. Pero, ¿a quién asusta pagar más por una casa mejor cuando se gana tanto más al mes? El poderío que ha logrado Telefónica para hacer caja es tal que ahora, con más deuda, con más intereses (aunque ha logrado que le mantengan el tipo en el 4,7 por ciento) las cuentas le salen mejor. Ya no se queda en negativo cuando se le restan al dinero no comprometido de la caja los 2.000 millones que Telefónica ha utilizado para comprar acciones propias (ya tiene otra vez el 1,24 por ciento de autocartera), los 1.170 millones que ha repartido como dividendo en lo que va de año, ni los 616 millones que ha destinado a reducir plantilla. Le sobran 2.637 millones y la deuda ya no crece.El ritmo que lleva le permite también asumir 450 millones de euros en negativo por ajustes del valor de algunos activos de O2. Ese lastre estará en las cuentas durante otros cinco años, restando unos 600 millones a resultados cada ejercicio. Se trata de anular 10.000 millones de sobreprecio en activos como las licencias, los clientes o la marca en el precio pagado por el grupo británico (activos intangibles).El futuro depende de hacer lo que hace en España, allí donde esté. Móvil, si puede ser con redes europeas (como las GSM que está desplegando en México y Brasil) Internet de banda ancha e Imagenio.