La factoría española de Ford tiene previsto recibir esta semana una muy buena noticia por parte de la dirección europea. La firma americana fabricará en Almussafes (Valencia) las versiones híbridas de sus dos monovolúmenes (S-Max y Galaxy), precisamente dos de los vehículos cuyos modelos de combustión van a la baja en el mercado y cuya continuidad estaba en entredicho tras la retirada en otras plantas de coches del mismo segmento -como el C-Max en Alemania-.Según ha podido confirmar elEconomista, la industria tiene previsto iniciar el próximo mes de junio los llamados trabajos de hibridación en las líneas de montaje de ambos vehículos. El objetivo es que la nueva planta de ensamblaje de baterías que quiere tener lista Ford España para el mes de septiembre no solo abastezca a las versiones híbridas ya previstas de Mondeo y Kuga, sino que sirva a un total de cuatro vehículos para lograr una mayor eficiencia.La decisión, que se enmarca en el objetivo de la multinacional de que el grueso de sus vehículos cuenten con una versión híbrida, supone un alivio laboral para la planta valenciana. Y no porque vaya a traer más empleo (esto solo ocurrirá si empiezan a venderse más los S-Max y Galaxy gracias a sus variantes enchufables), sino por el mero hecho de mantener el trabajo existente en un contexto de gran incertidumbre en el mercado automovilístico.Como avanzó este diario, Ford Almussafes trabaja en la llegada de las versiones híbridas de S-Max y Galaxy al menos desde el pasado mes de abril de 2019. Preguntadas entonces al respecto, fuentes de Ford España precisaron que se trataba tan solo de una aspiración. En esta ocasión trasladan a elEconomista que prefieren no realizar declaraciones al respecto.La visita prevista para los días 15 y 16 de esta semana es la del presidente de Ford Europa, Stuart Rowley, de modo que podría ser él mismo quien comunique la noticia tanto a la plantilla como a la sociedad. Cuando se producen visitas de este tipo la multinacional acostumbra a trasladar sus novedades relevantes de la mano de la administración valenciana, en el Palau de la Generalitat, junto al presidente autonómico, Ximo Puig.