Después de un 2019 muy alcista para el metal, a corto plazo las mejores perspectivas geopolíticas han reducido su atractivo. Eso sí, más a largo plazo los expertos esperan que siga repuntandoEn los mercados financieros, el oro está considerado el activo refugio por excelencia. En los momentos de mayor riesgo e incertidumbre el metal precioso gana atractivo como protección ante las caídas de la bolsa, algo que ha vuelto a repetirse esta semana con los ataques entre Estados Unidos e Irán, que han llevado al metal a batir incluso los 1.600 dólares en una jornada, un nivel que no visitaba desde 2013. El oro es un buen paraguas cuando llega la tormenta, pero lo difícil en mercado es saber cuándo es el momento de abrirlo, y cuándo la lluvia ya ha amainado.Lo que el inversor debe tener ahora muy en cuenta es que el oro ha pasado por un año, el 2019, en el que las subidas han sido importantes, del 19% en el ejercicio (y el índice de mineras de oro del MSCI lo ha hecho un 46%), a medida que los inversores iban asumiendo que el año no terminaría siendo tan bueno para la economía global como se esperaba en un principio. El metal ha continuado subiendo en 2020, con un rebote del 2% en el arranque del ejercicio, hasta los 1.551 dólares por onza. Con un activo que se usa habitualmente como cobertura, ya se ha ganado mucho, lo que plantea la posibilidad de que sea una buena idea pensar en reducir el riesgo incrementando la liquidez de la cartera, por ejemplo a través de fondos monetarios, y más teniendo en cuenta que durante los últimos días las tensiones entre Irán y Estados Unidos han ido diluyéndose, llevando al oro a retroceder un 1,5% en las últimas tres jornadas.Para los inversores que quieren mantener una cobertura para su cartera a través del oro las perspectivas de los expertos apuntan a que no se repetirá un año tan positivo como el pasado, pero son muchas las casas de análisis que, como poco, esperan estabilidad en el oro para los próximos meses. Es el caso de Citi, quienes creen que el oro subirá hasta los 1.625 dólares en el primer trimestre de 2020, una subida del 4,8% desde los niveles actuales, ya que los inversores seguirán buscando "coberturas y protección frente a posibles caídas en la renta variable", explican desde el banco estadounidense. "Históricamente ha sido muy difícil hacer trading con oro, exclusivamente desde el ángulo de cubrir aumentos de las tensiones militares y ataques terroristas, ya que estos eventos son impredecibles", continúa Citi, destancando que "teniendo en cuenta los fundamentales alcistas para el oro que hay en este momento, con un mercado de renta variable relativamente alto y también las valoraciones de la renta fija, el precio del oro debería beneficiarse del contexto geopolítico, especialmente si la amenaza de un conflicto militar continúa en las próximas semanas". Con el punto de vista puesto más a largo plazo, desde Citi creen que el metal podría llegar a alcanzar los 2.000 dólares por onza "entre 2021 y 2022", no tanto por las tensiones políticas, y más por los fundamentales de fondo, que podrían sostener las subidas del oro. "Los principales drivers de nuestra perspectiva alcista para el metal son los bajos tipos de interés, las compras de oro de los bancos centrales de economías emergentes y la perspectiva de que el dólar se va a debilitar", explica el banco.Hay que vigilar la guerra comercialLa guerra comercial entre EEUU y China también es un punto a favor de los alcistas en oro, e invita a mantener al metal en la cartera como cobertura, en opinión de WisdomTree. "Teniendo en cuenta que el principio de acuerdo entre China y EEUU realmente no resuelve todos los conflictos que tienen, no sería sorprendente que los mercados de oro sigan siendo cautos con respecto a ver más progresos en este frente antes de que tengan lugar las elecciones", que tendrán lugar el próximo noviembre.Además, destacan cómo "la administración Trump podría declarar una victoria prematura sobre China, lo que les llevaría a centrarse en su déficit comercial con Europa en 2020, que incrementa el riesgo de una desaceleración económica ese año", destacan. Todo ello les lleva a mantener una perspectiva de precios de "1.640 dólares para finales de 2020", lo que supondría un avance cercano al 6% durante el año, por debajo del repunte del 19% que tuvo lugar durante el pasado ejercicio.