Koldo Echebarria, doctor en Derecho por la Universidad de Deusto, ha desarrollado gran parte de su carrera profesional en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Con base en Washington DC, fue gerente general de Planificación Estratégica y Efectividad del Desarrollo (2007-2013), representante del banco en Chile (2005-2007 y 2013-2016), y representante en Haití (2016-2018). Desde septiembre de 2018 es director general de Esade.La educación está en un cambio continuo, ¿cómo lo están viviendo las escuelas de negocios como Esade?La transformación de la educación forma parte de la cuarta revolución industrial, el avance digital y la globalización. Las escuelas de negocios no podemos quedarnos al margen, ya que debemos dar respuesta a muchas de las nuevas necesidades y demandas empresariales, económicas y sociales. En Esade queremos liderar el cambio de paradigma de la educación superior. Es parte de nuestro propósito y somos conscientes de que esta reelaboración es un desafío complejo. Para ello, estamos destinando recursos a fomentar y crear innovación educativa, desarrollando iniciativas pioneras en formación superior y generando espacios internos que garanticen el análisis que requiere la creación de las metodologías pedagó- gicas del futuro.¿Qué relación tienen actualmente las escuelas de negocios con el mercado laboral real?La interacción de las escuelas de negocios con las empresas ha de ser muy fluida, y, obviamente, de alcance internacional. Al menos así lo es en Esade, donde nueve de cada 10 de nuestros alumnos universitarios trabajan ya a los tres meses de su graduación, y el 80% de nuestros alumnos de MBA y MSc lo hace fuera de España. El compromiso de Esade con el crecimiento profesional de cada alumno es una de sus fortalezas, pero ésta no es la única razón por la que construye relaciones con el entorno empresarial. Las escuelas de negocios y las universidades tenemos que compartir el desafío de definir y formar los nuevos perfiles que se precisan para la gestión y la discusión empresarial en contextos más multidisciplinares y con las competencias tecnológicas y las capacidades que requiere la era digital. De la misma manera, también colaboramos con las organizaciones en la atracción y retención del mejor talento, desde Esade podemos ayudar a anticipar y analizar el cambio de preferencias y motivaciones, ya que los alumnos muestran cada vez una mayor orientación al emprendimiento, al compromiso con la sociedad y a la búsqueda de un propósito, y quieren vincularse a organizaciones que les permitan desarrollarse en este sentido.¿Cuáles son los objetivos que Esade pretende cumplir al inicio de cada año académico?Nuestra visión es a más largo plazo. Ahora mismo, trabajamos en un horizonte 2028 con el objetivo de consolidarnos en la vanguardia de la transformación educativa y profundizar en el sentido de identidad y misión de nuestra institución. Para ello estamos ya ejecutando el plan estratégico 2019-2023, que hemos denominado Do Good. Do Better, y que tendrá continuidad con un segundo plan también a cuatro años. En estos años vamos a invertir en talento y conocimiento e intensificaremos la internacionalización de la escuela. También queremos po-tenciar nuestro impacto social y crear los entornos educativos más plurales y diversos que exige el liderazgo del futuro. Vamos a incrementar las becas universitarias para alumnos con talento y capacidad de esfuerzo. Ahora mismo, el porcentaje de alumnos con este tipo de becas, que cubren una media del 66% del coste de la matrícula, aunque pueden llegar a hacerlo en su totalidad, es inferior al 10%, y queremos hacerlo crecer.¿Cuál es la formación por la que se decantan cada vez más alumnos?Si hablamos de posgrado, nuestros Masters of Science in Management (MSc) ofrecen a los recién graduados ventajas muy competitivas en el mercado laboral y la necesidad en muchos profesionales de una verdadera transformación directiva hace que se decanten también por nuestros MBA y Executive MBA, que siguen diferenciándose por su inmersión internacional y por su enfoque en el desarrollo de la capacidad innovadora y emprendedora de los alumnos. También percibimos un cambio de preferencias generalizado en cuanto a formato. El año pasado lanzamos una línea de programas de Executive Education con un 60% de formación online y un 40% presencial, pensando en la generación más joven de profesionales, y ahora estamos viendo que también tienen mucho éxito en el segmento de directivos mayores de 40 años. En el entorno universitario las motivaciones de los estudiantes están claramente marcadas por ampliar sus oportunidades internacionales y estudiar en lengua inglesa, como son los casos de nuestros grados de Dirección de Empresas en inglés (BBA) o el nuevo grado en Global Governance, Economics & Legal Order.¿Cómo ha impactado la innovación y la tecnología en la educación?La innovación y el avance de la tecnología digital están cambiando las mentalidades y transformando los modelos empresariales, sociales y culturales y, con ello, la forma en la que aprendemos y nos formamos. El hecho de que la velocidad del cambio en el entorno educativo no esté siendo tan vertiginosa no significa que su impacto sea menor, pues está afectando a todo el proceso: las preferencias de los alumnos, el nuevo marco de competencia global o un cambio en el que hasta ahora era el entorno físico tradicional de la educación, el aula.