Carlos Ghosn, el que fuera responsable de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi y presidente de las tres marcas, aseguró ayer en un encuentro con los medios de comunicación celebrado en Beirut, que las acusaciones y detenciones en Japón forman parte de una "conspiración" entre algunos directivos de Nissan y del Gobierno nipón. El exdirectivo, que reafirmó ser inocente de todos los delitos de los que se le acusa, aseguró tener documentos que lo demuestran (aunque no hizo referencia a qué documentos se refería) y recordó que en 2017 la alianza era "líder" en el sector, con previsión de crecimiento y con planes de añadir a Fiat Chrysler Automobiles (FCA). No obstante, quiso dejar fuera al primer ministro japonés, Shinzo Abe: "Personalmente, no creo que Abe estuviera involucrado".Deterioro de los resultadosLa ministra de Justicia de Japón, Masako Mori, le retó a defender su inocencia en los tribunales japoneses, y rechazó las críticas contra el sistema judicial nipón que viene realizando el exdirectivo. "Si el acusado Ghosn tiene algo que decir, debe buscar la justicia que le ofrecen las instancias judiciales japonesas", afirmó Mori en una rueda de prensa, poco después de la medianoche, tras terminar Ghosn su rueda de prensa en Beirut.Ghosn señaló durante el encuentro con los medios de comunicación que existen dos razones principales para que se hayan producido las diferentes acusaciones contra su persona. La primera es el deterioro de los resultados de Nissan desde 2017, cuando decidió dejar el cargo de consejero delegado para centrarse en la alianza con Mitsubishi. El segundo motivo fue el malestar tanto en la cúpula de Nissan como en el Gobierno de Japón por la posición dominante del Ejecutivo de Francia en el accionariado de Renault, lo que motivaba una desconfianza sobre la influencia de la marca francesa sobre la japonesa. "Esta puede ser la principal razón por la que yo esté aquí hoy", explicó el directivo, destacando que desde Japón se pensaba que había demasiada influencia de Renault sobre Nissan, por lo que se buscó una mayor separación. Ghosn indicó que en la actualidad la alianza entre Renault-Nissan-Mitsubishi es una "farsa", ya que no está funcionando como debería, sin experimentar crecimiento en su negocio.Por otro lado, ayer se supieron nuevos detalles de la huida de Ghosn desde Japón a Beirut vía Estambul, a pesar de que el propio prófugo aclaró que no comparecía en los medios para dar detalles de su fuga. Según informó ayer el rotativo The New York Times, el exdirectivo contactó con el productor de Hollywood John Lesher para ofrecerle realizar una película sobre su vida, aunque las conversaciones con el magnate francés no llegaron muy lejos. En el largometraje, Carlos Ghosn describiría cómo ve él su "injusto" encarcelamiento por parte de funcionarios japoneses y su lucha por demostrar su inocencia. Ghosn desmintió que haya firmado algún contrato con Netflix y declaró que tampoco tiene ambiciones políticas.Respecto a la fuga, The Wall Street Journal explicó que tras meses de planificación y millones de dólares gastados, Ghosn se subió a una gran caja negra con agujeros en el fondo tras viajar en tren de Tokio, donde permanecía en arresto domiciliario, hasta Osaka, Japón. Era la noche del domingo 29 de diciembre, el momento más delicado en un plan audaz, que se basaba en embarcar de incógnito dentro de esa caja en un avión privado que le trasladaría a Estambul. El equipo de expertos de seguridad contratado para sacar al Ghosn de Japón no había hecho un simulacro de su plan para sacar la caja del aeropuerto. La ministra Masako afirmó que la huida de Ghosn del país asiático a finales del pasado año en un avión privado podría constituir un delito y que la Interpol ha emitido un "aviso rojo" por ello.