Renfe y Adif han iniciado el cierre de las taquillas en más de 150 pueblos y ciudades con una población total de hasta 500.000 ciudadanos, lo que supone la desaparición del servicio de venta presencial de billetes en todas estas estaciones. Así lo ha anunciado el sindicato CGT, que critica que la decisión tomada por estas empresas públicas se haya dado "sin previo aviso" y aprovechando la "nocturnidad" del periodo vacacional de Navidades. Para la organización sindical, este cierre de taquillas "ahonda en el debilitamiento del ferrocarril público" y responde a "criterios mercantilistas de dudosa rentabilidad", al considerar que la recaudación "supera con creces" los gastos que conlleva el mantenimiento de estos servicios. Los más perjudicados por esta decisión "van a ser aquellos que por edad o por economía no puedan acceder a los sistemas de venta a los que las empresas quieren desviar a estos usuarios". Por ello, en el caso de que una persona acceda al tren con el propósito de comprarlo a un interventor, pero no pueda hacerlo por la ausencia de éste, en caso de accidente, el seguro obligatorio de viajeros no le cubrirá por no estar en posesión de un título válido.