Sareb ha sellado por primera vez la venta de un paquete de viviendas con una comunidad autónoma. Se trata del País Vasco, que va a pagar al conocido como banco malo 740.000 euros por nueve pisos que se van a integrar en Alokabide, la gestora pública de vivienda en alquiler. Esta compra se enmarca dentro de una operación mayor en la que el Gobierno vasco se hace con 506 pisos por 50,1 millones de euros para destinarlos a alquiler social. La inversión se realiza con cargo a fondos y excedentes presupuestarios y del instrumento de las Inversiones Financieras Sostenibles del Ejecutivo autónomo. El mayor porcentaje de las adquisiciones se ha formalizado con Visesa, la sociedad pública de vivienda y suelo dependiente del departamento que dirige Iñaki Arriola. Una pequeña parte se ha cerrado también con promotores privados y todas las adquisiciones se han llevado a cabo por un precio igual o inferior al módulo vigente para las viviendas protegidas en alquiler.Las nueve viviendas que hasta ahora eran propiedad de Sareb estaban cedidas ya a la gestora pública desde 2017 dentro del programa de cesión para alquiler social que impulsa la sociedad presidida por Jaime Echegoyen. Concretamente, Sareb ha impulsado un plan de colaboración con comunidades autónomas y ayuntamientos dotado con 4.000 inmuebles, de los que más de 2.000 ya se han cedido. La mayor parte de ellas se encuentra en Cataluña, donde hay 930 unidades, de las que Barcelona acapara unas 200. Andalucía cuenta con convenios para 400 viviendas y Madrid para unos 300 pisos. Castilla y León les sigue con 100 viviendas, mientras que Aragón y las Islas Baleares cuentan con 80 y 75 inmuebles, respectivamente. El objetivo de Sareb es que poco a poco una parte de estas viviendas acabe en manos de las distintas comunidades autónomas como parte de su plan de desinversión de activos.