Suiza retransmitió el viernes por televisión el apagado de la central nuclear de Mühleberg. Situada en el cantón de Berna, es la segunda más antigua del país –llevaba operando 47 años– y la primera que deja de producir electricidad, como resultado del acuerdo político alcanzado en 2011 –dos meses después del accidente de Fukushima– para abandonar progresivamente esta fuente de energía.Con 355 MW, es la más pequeña de las cuatro centrales nucleares suizas, que cubren el 40 por ciento de las necesidades de la Confederación –el resto es casi todo hidroeléctrico– y BKW, la empresa eléctrica propietaria, considera que será complejo sustituir su producción, que debería desaparecer cuando las plantas tengan entre 50 a 60 años, de acuerdo con el citado pacto.En el caso de la instalación de Mühleberg, la empresa decidió cerrarla antes de que alcanzara esa edad por cuestiones económicas, porque el elevado volumen de inversión que requería para operar de un modo seguro no iba a poder amortizarse.200 trabajadoresLos trabajos de desmantelamiento de Mühleberg se iniciarán oficialmente el próximo 6 de enero y en ellos participarán unos 200 trabajadores. Costará unos 925 millones de francos suizos –unos 850 millones de euros al tipo de cambio actual– y durará hasta 2034, en que la zona quede libre de radiación. A ese importe habrá que añadir otros 1.400 millones de francos suizos –unos 1.290 millones de euros– para almacenar los residuos definitivamente, incluyendo la construcción de un depósito profundo, donde acabarán los residuos de todas las centrales suizas. Unas 6.000 toneladas de residuos de Mühleberg acabarán allí, mientras que otras 200.000 toneladas serán recicladas o eliminadas.