La agencia estatal de carreteras cree que la fusión es desfavorableMADRID. La polémica desatada en Italia ante una operación que consideran perjudicial para los intereses nacionales escribió ayer un nuevo capítulo: la agencia estatal de carreteras (ANAS) amenazó a Autostrade con retirarle algunas concesiones si comprueba que la fusión es desfavorable para el país alpino. Una noticia que se conoció cuando Abertis estaba inmersa en su junta general de accionistas.Al término del acto, tras recibir felicitaciones de los minoritarios, Alemany respondió a la amenaza de ANAS. "No nos preocupa el rigor del regulador. De hecho, cuando el regulador actúa adecuadamente es bueno para los ciudadanos y para las concesionarias". Destacó que han encargado un informe independiente para demostrar que la nueva compañía garantizará las inversiones que debe llevar a cabo.En la junta, que tuvo un quórum del 73,23 por ciento, los accionistas de Abertis aprobaron las cuentas del ejercicio 2005, que cerró con unas ganancias de 511 millones de euros, un 4,6 por ciento más; y unos ingresos de 1.906 millones, un 23 por ciento más que el año anterior.