La petrolera recalcó su interés por estos yacimientos y pide una reunión con el GobiernoMADRID. La petrolera anglo-holandesa Royal Dutch Shell también está evaluando las consecuencias del decreto que nacionaliza los yacimientos de hidrocarburos de Bolivia, aunque recalcó ayer que aún sigue interesada en esos recursos naturales. "Shell está estudiando las implicaciones de este decreto", declaró a Efe un portavoz oficial de la compañía, una de las petroleras más importantes del mundo. No obstante, la empresa lo tiene claro: "Sigue interesada en hablar con el Gobierno (boliviano) sobre posibles oportunidades para que Shell participe en el sector de los hidrocarburos de Bolivia". Shell ya posee una participación del 25 por ciento en la compañía boliviana Transredes Transporte de Hidrocarburos, gestora de un gasoducto de más de 5.600 kilómetros de longitud. Además, la petrolera anglo-holandesa cuenta con una participación del 30 por ciento en un gasoducto de Gas Transboliviano, que exporta gas natural a Brasil.