En la actualidad hay un gran número de servicios por suscripción: Netflix, Amazon, HBO, etc. Muchos de ellos, como los anteriores, ofrecen un servicio de películas y de series de televisión online. Sin embargo, La Muda Club es el primer servicio en España que ofrece una suscripción de ropa interior masculina. De este modo, los socios pueden estrenar un calzoncillo cada tres meses, sin conocer el diseño. Dos ingenieros y una arquitecta comenzaron este proyecto a principios de 2019 y este mes han lanzado su cuarto calzoncillo.¿Qué es La Muda Club? ¿Cómo surge la idea?La idea surge por varias razones. Los hombres empleamos poco dinero en renovar nuestra ropa interior, pasa bastante tiempo hasta que renovamos los calzoncillos. Al principio, te los compra tu madre pero luego hay un periodo de tu vida en el que no te los compra nadie y te das cuenta de que necesitas y te tienes que comprar calzoncillos. Hicimos un pequeño estudio de mercado y vimos cuál era la periocidad de renovación. También buscamos estadísticas, para ver si era cierto lo que habíamos hecho y comprobamos algunos modelos en EEUU que validasen nuestra idea, que era hacer un modelo de negocio de calzoncillos, diferenciarnos y hacerlo por suscripción. Si el hombre no lo quiere comprar, pues enviarselos cada x meses. Encontramos una empresa estadounidense que ha vendido más de 10 millones de calzoncillos por suscripción y eso fue necesario para lanzar nuestro proyecto.¿Cómo es el proceso de fabricación?Participan varias empresas. Compramos la tela a un proveedor de Alicante, el cual hace la estampación digital también en Alicante. Luego lo envía a Villaconejos (Ma-drid), a una empresa llamada Confecciones Asensio, que realiza y confecciona todo el proceso a mano. El resultado de todo esto es que tenemos un calzoncillo muy bueno, ya que al ser un servicio de suscripción no nos vale con tener un calzoncillo mediocre.¿Cuál es el perfil del cliente? ¿Cuántos tienen actualmente?Nuestra idea era validar el modelo de negocio para ver si en España funcionaría, comprobar si la gente se suscribía y se daba o no de baja y ver cuál era esa tasa de cancelación. Nos hemos dado cuenta de que nuestra tasa de cancelación es inferior al 6 por ciento, lo cual nos dice que el modelo de negocio tiene cabida y que los clientes están contentos con el servicio y no se quieren dar de baja. Actualmente, tenemos 300 socios. En cuanto al perfil, la mayoría son hombres, aunque también hay alguna mujer que lo regala a su marido o algo por el estilo. El perfil suele ser un hombre de ciudad, de unos 25-35 años, que es el periodo en el que ya no estás estudiando, pero tampoco estás casado ni tienes hijos ni nada parecido.Comenzó el proyecto junto a dos personas. ¿De cuántos empleados está formada actualmente la compañía?Seguimos siendo los tres que fundamos el proyecto y hemos emprendido compaginándolo con nuestros trabajos. Yo soy ingeniero industrial, Jesús es ingeniero de telecomunicaciones y Laura trabaja como arquitecta. Yo me encargo de la producción y marketing, Jesús de toda la parte tecnológica y Laura se encarga del diseño y los contactos que éste requiere. Es un modelo de negocio que nos lo permite, porque tenemos externalizado todo lo que es la producción de calzoncillos, el diseño, el envío, etc. Este mes han sacado su cuarto diseño. ¿En qué se diferencia del resto?Con este cuarto modelo cerramos un año completo y queríamos hacer algo especial. Aunque hay alguna mujer, nuestro club está formado mayoritariamente por hombres, por lo que queríamos hacer algo cercano al movimiento movember. Quisimos representar esos bigotes, que es lo más representativo del movimiento, en nuestros calzoncillos. Lo hicimos a través de Social Mood, que es una agencia de contenido muy buena, y lo que quisimos conseguir con este cuarto modelo es que cada vez que te pongas esos calzoncillos te acuerdes de que hay enfermedades que solo sufrimos los hombres, como el cáncer de testículos o el cáncer de próstata. Para concienciarnos con este tema, también donamos un euro a la Fundación Movember por calzoncillo vendido de este modelo.¿Se han planteado lanzar nuevos productos?Sí, nos lo hemos plantado. De hecho, en enero lanzaremos novedades. Queremos convertirnos en una marca que ofrezca a nuestros clientes aquellas piezas de ropa que puedan derivar a una suscripción, siempre y cuando tengan un buen diseño y una buena calidad, como son calzoncillos, calcetines, camisetas o incluso bañadores en verano. Lo que vamos a lanzar en el mes de enero son calcetines.¿Qué espera La Muda Club del 2020?El modelo que tenemos es uno que actualmente está creciendo en Europa y en España, concretamente. Además, ya está asentado en el aspecto tecnológico, como podemos ver en Netflix o Amazon Prime, por ejemplo. Pero en productos físicos, como los que ofrecemos nosotros, aún tiene un crecimiento exponencial, por lo que nuestro objetivo actual es seguir aumentando el número de clientes y mantener esa tasa de cancelación, que sigue siendo muy baja en relación con cualquier modelo de suscripción, ya que la media está en torno al 30-50 por ciento. Eso significa que estamos haciendo un buen trabajo y que el producto encaja. Lo que queremos el año que viene, entre otras cosas, es seguir creciendo y consolidarnos como empresa.