La dirección de un centro educativo es uno de los pilares fundamentales que sustenta la calidad de la educación aplicada en las aulas. En ocasiones, este término no es bien recibido en los ámbitos de la enseñanza, porque se asocia más con un modelo de organización propio del mundo de la empresa que de la educación. No obstante, el papel de este liderazgo tiene un impacto real en el resultado de los alumnos que muchas veces no es el adecuado. La práctica que más huella positiva deja en los estudiantes solo se pone en práctica en un 17,6 por ciento de los casos. Esta es la principal conclusión sacada de la Cátedra de Políticas Educativas de la Universidad Camilo José Cela (UCJC), dirigida por Francisco López Rupérez, que ha dado a conocer las conclusiones del estudio que ha liderado junto a Isabel García García y Eva Expósito Casas, bajo el título Liderazgo de la dirección y feedback formativo. Dos pilares básicos de la gobernanza escolar. Cinco regiones en positivoEste dato advierte de que la mayor parte de los centros educativos no lleva de forma adecuada la dirección de los mismos. Además, también aparecen reflejadas las diferencias que existen entre las comunidades autónomas en este aspecto. De hecho, únicamente cinco regiones de España puntúan en positivo para las cuatro prácticas de liderazgo consideradas en el estudio: Canarias, Galicia, Baleares, Extremadura y La Rioja.Las conclusiones de este informe destacan que el liderazgo de la dirección en las escuelas es un elemento crítico de mejora educativa y una oportunidad para que en cada centro se lleven a cabo políticas educativas que mejoren el rendimiento de los alumnos. Se han puesto en marcha varios indicadores de liderazgo en España que se desarrollan en las diferentes comunidades autónomas: establecer objetivos y expectativas; planificar, coordinar y evaluar la enseñanza y el currículo; promover y participar en el aprendizaje del profesorado y en su desarrollo; asegurar un entorno ordenado y alentador y, por último, un indicador integrado de liderazgo efectivo. Según este estudio, el 77 por ciento de los directores asegura mantener un entorno ordenado y alentador, siendo esta la práctica más frecuente entre ellos. Sin embargo, únicamente el 32 por ciento de los encargados de dirigir los centros practica la forma de liderazgo que consiste en planificar, coordinar y evaluar la enseñanza y el currículo.El análisis de los indicadores por titularidad de los centros permite efectuar una comparación detallada de los modelos predominantes en los centros públicos, en los centros concertados y en los privados. Los datos hablan por sí mismos: existe una menor práctica de las dimensiones del liderazgo de mayor impacto en el rendimiento escolar en los centros públicos frente a los de titularidad privada, sean concertados o no, así como un uso inapropiado del mismo como política compensatoria.Otro de los conceptos que ha tenido cierta relevancia en este estudio ha sido el feedback, analizado minuciosamente en este texto, concretamente, en el papel que adquiere dentro del aula. En este sentido, los centros escolares deben aplicar, en la medida de lo posible, una evolución formativa que les ayude a corregir los errores y aprender de la experiencia. Por todo esto, la evolución interna de los centros constituye uno de los puntos estratégicos para la mejora, que debe formar parte de sus proyectos educativos. Su práctica ayuda a generar un cambio cultural en los centros favorable al uso de la evaluación y a la importancia del feedback formativo. Este informe marca el inicio de una nueva etapa. Es la primera vez que se realiza en España un diagnóstico de la calidad de liderazgo escolar a nivel nacional y autonómico y que establece empíricamente su relación con el rendimiento académico con un impacto de un 20 por ciento. Este trabajo se ha centrado en los pilares de la calidad de la gobernanza escolar, apoyándose en las respuestas dadas por los directores de los centros españoles a una selección de cuestionarios que se realizaron a nivel de centro educativo, y fueron empleados en el informe Pisa 2015. Estos estudios han analizado el sistema por comunidades autónomas y han propuesto líneas de mejora para el sistema educativo español en ámbitos tales como el impulso a las vocaciones científicas a través de las materias STEAM, la in- clusión escolar, la igualdad de oportunidades, las diferencias académicas entre regiones o el liderazgo en los centros educativos, como es en este caso. Prácticamente to-dos los sistemas de educación del mundo visualizan estos informes de forma prioritaria por su gran impacto sobre los resultados escolares y sobre su mejora. RecomendacionesCon el objetivo de aprovechar las potencialidades de un liderazgo escolar efectivo, los investigadores recomiendan promover un liderazgo integrado de la dirección que potencie tanto el ámbito pedagógico, o instruccional, como el transformacional, o basado en las personas. Además, otro de los puntos en los que se centran es en fomentar estrategias de liderazgo pedagógico adaptadas a la educación secundaria; impulsar, recopilar y difundir las mejores prácticas de liderazgo escolar disponibles o apoyar el asociacionismo profesional de los directores escolares.