El sector inmobiliario español no parece dar señales de cambio de ciclo, al menos para los inversores. El último de ellos en llegar ha sido el fondo estadounidense TPG que acaba de abrir oficina en Madrid tras varios años analizando oportunidades en el país, tal y como ha podido saber elEconomista. Según fuentes financieras, en un principio pondrán el foco fundamentalmente en operaciones del sector inmobiliario, donde han realizado varias inversiones en el país. Por el momento no tienen previsto traer otra estrategia a España, aunque sí podrían realizar alguna inversión en función de las oportunidades concretas que detectaran en este mercado.En este sentido, el fondo estadounidense tiene vehículos concretos para otras tres estrategias: capital privado, deuda y hedge funds. En el negocio inmobiliario puro –cuenta con una rama específica también para compra de carteras de créditos morosos (NPL, por sus siglas en inglés)– cuenta con 6.100 millones de dólares (5.467 millones de euros, aproximadamente, al cambio actual) en activos bajo gestión. Su estrategia se centra en inversiones primarias en compañías inmobiliarias, carteras de activos o activos concretos en Norteamérica y Europa en los que pueda desarrollar una estrategia de valor añadido de cara a optimizar los recursos y aumentar los retornos de estos activos. Una de las últimas operaciones que ha realizado TPG en España se remonta al pasado verano, cuando compró el 75 por ciento de Témpore, la socimi de pisos en alquiler de la Sareb, en una operación asesorada por Alantra y valorada en más de 300 millones de euros.Este desembarco se produce apenas unos días más tarde de que la gestora francesa Ardian fichara a un exdirectivo de Colonial, Edmund Eggins, para liderar su nueva estrategia de inmobiliario en España.