A través de la obra social, reclaman autonomía e independencia de las CCAACáceres. Más vale el remedio que la enfermedad. Éste es el tratamiento que prefieren aplicarse las cajas de ahorros, antes que padecer un mal llamado injerencias políticas en su gestión. Así por lo menos lo ve el presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, y el encargado de la Comisión de Seguimiento de Obra Social de la CECA y presidente de Caja Extremadura, Jesús Medina. Y para exigir esta autonomía, nada mejor que utilizar la obra social. De hecho, Medina reclamó ayer al Gobierno "que las cajas tengan autonomía e independencia para gestionar su obra social". Una petición que Quintás aclaró que se hace, no porque haya un exceso de injerencia de la administración, sino como vacuna para que nunca llegue a pasar.Con el Monasterio de San Francisco en Cáceres de testigo, las cajas celebraron ayer su jornada de presidentes y directores generales, en las que reflexionaron sobre las líneas maestras de su vertiente social en los próximos años. Sólo dos ausencias grandes, la de Caja Madrid y Bancaja. Entre los compromisos que adquirieron, uno muy claro: defender el estatus jurídico y la independencia de gestión, "como principal garantía de que la obra social seguirá siendo un instrumento útil en la resolución de cuestiones que preocupan a los ciudadanos". Ahora, la comisión encargada de la obra social deberá plasmar en un documento lo que son y serán las líneas básicas de actuación. Y de telón de fondo, otro mensaje claro: "las conclusiones de este estudio servirán como punto de partida para que las asambleas de las cajas, dentro de su autonomía y e independencia, orientarán sus prioridades en materia de obra social, en función de las necesidades de cada región". Es decir, unas pautas de actuación comunes, pero cada caja mantendrán la independencia al gestionar la obra social. "Hay un denominador común, pero cada uno tiene sus particularidades", indicó Quintás. Una idea que remarcó el presidente de La Caixa, Ricard Fornesa: "Tenemos que colaborar todas las cajas aunque cada una tiene interés en realizar su propia obra social y que ésta se reconozca". ¿Y hasta dónde puede llegar el poder de las comunidades autónomas? "Pueden marcar algunas pautas, pero hasta un punto en el que cada entidad debe tomar sus decisiones de manera independiente", explicó Quintás. ¿Por ejemplo? En la Ley de Dependencia. "Sería bueno -indicó- que actuáramos de forma conjunta, con una especie de convenio marco", junto a los Gobiernos regionales. A vueltas con la politizaciónJesús Medina mostró antes de esta jornada su inquietud con el futuro que puede tener la naturaleza jurídica del sector. "Si se ataca al modelo desde la regulación jurídica se desvirtuaría su esencia". Además, "las cajas deben mantener su independencia para que no se les confunda con la administración". Tras esta defensa de la autonomía de cada caja respecto de su comunidad de origen, el presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, no pudo evitar comenzar su intervención con una afirmación a medio camino entre la broma y la realidad: "Las cajas tienen tres problemas. El primero es que, por mucho que quieran ocultarlo, están politizadas. Y lo intentan ocultar. Aunque, estas entidades politizadas están dando mejores resultados que el resto. Conclusión: los master en política son mejores que los de la banca privada"…