Un politico tranquilizador para reanudar el dialogo entre Roma y Bruselas tras un año de alta tensión. Paolo Gentiloni es el nuevo comisario europeo de Asuntos Económicos, el interlocutor clave del país transalpino en la inminente sesión presupuestaria. Italia ha logrado un puesto tan importante en el nuevo Ejecutivo comunitario capitalizando el alivio de los socios europeos para la rápida conclusión de la crisis política y la salida del Gobierno del ultraderechista Matteo Salvini.Gentiloni parece el político ideal para curar las heridas de la politica europea de Italia. De hecho, tuvo un papel muy parecido cuando en 2016 se encargó de la Presidencia de Gobierno, después de que Matteo Renzi tuviese que dimitir tras la derrota en el referéndum constitucional sobre la reforma del Senado. Tranquilizador e incluso un poco gris, se perfiló como alternativa ideal para sacar un Gobierno que fue casi el mismo de Matteo Renzi (misma mayoría y casi mismos ministros), pero sin Renzi, haciendo olvidar el protagonismo y los excesos de su antecesor.La popularidad ganada en poco más de un año en la presidencia de Gobierno (sigue siendo en las encuestas el político más popular del Partido Demócrata) le permitieron sobrevivir al ocaso del liberal Renzi y convertirse en el presidente del PD con el nuevo secretario general, el socialdemócrata Nicola Zingaretti.Nacido en Roma en 1954, y descendiente de la nobleza de la capital italiana, Gentiloni fue diputado desde 2001, y entre 2006 y 2008 fue ministro de Comunicaciones en el Gobierno de Romano Prodi. En 2014 fue nombrado ministro de Exteriores para remplazar a Federica Mo-gherini, que el Gobierno italiano había logrado colcoar como alta representante de la Política Exterior y de Seguridad de la UE.Gentiloni, que es periodista, anteriormente, fue portavoz del alcalde y concejal de Turismo en Roma, pudiendo lucir el éxito organizativo del Jubileo del 2000. A pesar de venir de una noble familia y de tener una formación católica, su carrera política empieza en el periodismo militante, antes en la izquierda radical y luego en el área ambientalista. Como director del periódico Nueva ecología, en los 80 conoce a Francesco Rutelli, convirtiéndose en su brazo derecho. Cuando en los años 90, Rutelli es elegido alcalde de Roma, Gentiloni se convierte en su portavoz. Junto a Rutelli más tarde participa en la fundación del partido de centro La Margherita, abandonando las instancias ecologistas en favor de la ideas demócratas cristianas.Elegido diputado y después ministro de Comunicaciones con la Mar-gherita, Gentiloni se convierte en 2007 en uno de los 45 promotores del Partido Demócrata, junto a los antiguos democristianos progresistas y con los postcomunistas. Antes que otros de sus correligionarios, intuye el potencial de Matteo Renzi y en 2012 acepta participar como representante de la ala renziana del PD, entonces minoritaria, en las primarias por la Alcaldía de Roma, consciente de que no es posible derrotar al candidato favorito, Ignazio Marino.La relación con Renzi le ha ayudado en la carrera politica, pero no le ha impedido definir su propio perfil de líder. Durante la reciente crisis politica, Gentiloni mostró su escepticismo frente la alianza con el Movimiento 5 Estrellas y llegó a ser atacado por Renzi, que era partidario de un acuerdo. El nuevo comisario europeo no se inmutó y hasta logró que Conte, primer ministro elegido por el M5E, le nombrase para la Comisión: reanudar el dialogo y cerrar las grietas de hecho es su especialidad. Lo hizo ya en el Gobierno italiano reparando los excesos de Matteo Renzi, lo hará en Europa haciendo olvidar la eurofobia de Matteo Salvini.