El juez rechaza el recurso de Fridman, pero aplaza su declaración al 7 de octubreDia renuncia a la venta de Clarel, su negocio de droguería y perfumería, por la que esperaba obtener entre 150 y 200 millones después de registrar un deterioro contable en la compañía de 51 millones el pasado ejercicio. La empresa ha comunicado que "cree firmemente en el potencial del sector del cuidado personal y del hogar y en la posibilidad de un exitoso cambio en Clarel", por lo que ha decidido mantener la compañía, con cerca de 1.300 tiendas: 1.200 en España y unas 70 en Portugal. La empresa sigue adelante, en cualquier caso, con la venta de la red de almacenes para mayoristas Max Descuento, después de haber traspasado ya cuatro de sus 34 establecimientos.Dia dotará a Clarel de una estructura que trabajará con total independencia con respecto a la matriz, nombrando a Paul Berg como consejero delegado. "Esta decisión permitirá que tanto Clarel como Dia funcionen de forma separada y focalizadas completamente cada una en su actividad principal de negocio", asegura la empresa. La decisión se ha tomado después de que la junta de accionistas de la compañía aprobara el pasado 30 de agosto el plan de refinanciación pactado con la banca a la espera de que se apruebe también la ampliación de capital por 600 millones en otra junta. De momento, Dia ha logrado liquidez por un importe de 770 millones de euros, 490 millones que ha adelantado Fridman a través de un préstamo participativo y otros 280 millones como nuevas líneas de financiación -80 millones de los cuales los ponen los acreedores, a un tipo de interés del 5,5 por ciento-. DeclaraciónEl titular del Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, ha rechazado por otro lado el recurso presentado por la defensa del magnate ruso Mikhail Fridman, propietario del 70 por ciento de la cadena de supermercados a través de la sociedad LetterOne, aunque ha pospuesto su declaración como investigado al 7 de octubre. Fridman había recurrido al juzgado el auto del pasado 6 de agosto por el que debía comparecer la próxima semana como investigado por presuntos delitos de insolvencia punible, corrupción privada entre personas jurídicas, maquinación para alterar el precio de las cosas y administración desleal en el marco de la quiebra de la tecnológica Zed Worldwide.