La compañía alemana gana 3.106 millones de euros, un 38 por ciento más que en 2005munich. Klaus Kleinfeld sonríe y tiene motivos. La compañía que preside, la alemana Siemens, ha reaccionado ante la nueva estrategia que elaboró para sacarla del bache que estaba atravesando. Y no ha podido hacerlo más deprisa: El proveedor tecnológico alcanzó un resultado neto de 3.106 millones de euros en su último ejercicio fiscal, que finalizó el 30 de septiembre, lo que supone un aumento del 38 por ciento respecto al periodo anterior. Klaus, también consejero delegado de Siemens, explicó ayer que el éxito se debe a que "este año hemos reorientado nuestra estrategia, nos hemos concentrado en nuestros puntos fuertes y los hemos intensificado mediante nuestras adquisiciones en energía, industria de la automoción y sanidad". Hay que recordar que en el ejercicio pasado, la multinacional alemana registró un descenso del 33 por ciento respecto al mismo periodo de 2004, arrastrado por una carga de 810 millones de euros por la cesión de sus actividades de teléfonos móviles a la taiwanesa BenQ. Recuperados ya, en este ejercicio el beneficio bruto de explotación alcanzó una cifra de 5.256 millones de euros, lo que representa un aumento del 12 por ciento en comparación al periodo comprendido entre el 1 de octubre de 2005 y el 30 de septiembre del mismo año. Además, el volumen de negocio de Siemens en su último ejercicio ascendió a 87.325 millones de euros, una subida importante frente a los 75.445 millones del año que registró el pasado ejercicio.En cuanto al beneficio del grupo tecnológico alemán en el último trimestre, fue de 614 millones, una cifra que marca la fuerte diferencia con el año fiscal 2005, fecha en la que se llegó solamente a los 77 millones de euros.