Marchionne deja Fiat Auto y pondrá al frente a alguien "de la casa" en el transcurso del próximo añomadrid. Fiat está evolucionando de una forma tan positiva que en el año 2010 es posible que el grupo registre unos beneficios de 3.500 millones de euros. Eso es al menos lo que Sergio Marchionne, consejero delegado del Grupo Fiat y de Fiat Auto, espera que ocurra si todo va según lo previsto.Marchionne se reunió ayer con inversores y analistas del grupo turinés, y les expuso lo que a su juicio va a ser la realidad financiera de la compañía en los próximos años: facturará 67.000 millones de euros y desaparecerá la deuda que viene arrastrando varios años. El ejecutivo aprovechó para destacar la excelente evolución de la compañía este año y aseguró que los próximos "serán mejores".Dicho en cifras, esto significaría que Fiat llegará a vender 1,3 millones de coches en Europa en 2010, con una cuota de mercado del 11 por ciento, lo que supondría que más de uno de cada diez automóviles vendidos serían del fabricante italiano. En su propio mercado espera hacerse mucho más fuerte, con una cuota de mercado del hasta el 35 por ciento.¿Sus armas? Producto. En los próximos años lanzará hasta 23 nuevos modelos además de 16 versiones renovadas, para competir así con sus más directos rivales europeos; el Grupo Volkswagen y el Grupo Renault, que actualmente también están sumidos en una plena ofensiva de producto.Nuevo consejero para Fiat AutoAlgunos de los primeros ejecutivos de los fabricantes automovilísticos europeos parecen haberse puesto de acuerdo para cambiar el panorama corporativo del sector europeo de automoción en un periodo de tiempo corto.Si esta semana los franceses PSA Peugeot Citroën y los alemanes Volkswagen anunciaban cambios, ahora le ha llegado el turno a los italianos, al grupo Fiat. Marchionne dijo ayer que tiene intención dejar su puesto como consejero delegado de Fiat Auto (la división automovilística del grupo turinés) en el transcurso del próximo año.En su lugar, tal y como él mismo afirma, se colocará casi con toda probabilidad a un ejecutivo de la casa, ya que considera que hay suficiente talento en la propia compañía como para tener que buscar al hombre adecuado fuera.Con este movimiento, Marchionne se queda en la cúpula del Grupo Fiat como consejero delegado, en contacto directo con el presidente, Luca Cordero di Montezemolo, y con el vicepresidente, John Elkann, como venía haciendo hasta ahora.Las razones de este movimiento las comentaron a elEconomista fuentes de la compañía en Italia, quienes señalan que no se trata de una crisis. De hecho, sostienen que su intención con este cambio es "tener algo más de tiempo. Marchionne seguirá pendiente de la evolución de Fiat Auto, pero tendrá más tiempo para atender a las otras empresas del grupo".El mercado no acogió bien el cambio. Las acciones de la compañía bajaron un 2,58 por ciento al saberse la noticia, aunque por la tarde se recuperó ligeramente y cerró con una caída del 1,54 por ciento.