Técnicas Reunidas ha prácticamente triplicado su beneficio neto en los seis primeros meses del año. Concretamente, la ingeniería cerró junio con un resultado positivo de 13,4 millones de euros, lo que supone un incremento del 148 por ciento, frente a los 5,4 millones de un año antes. Este crecimiento se debe, entre otros motivos, a una serie de ajustes financieros y a la reducción de los gastos de explotación. El beneficio operativo bruto (ebitda) del grupo fue de 46,4 millones de euros, un 82,2 por ciento superior al del primer semestre de 2018, gracias a una reducción de más de 100 millones en la partida de "otros gastos de explotación".La empresa, cuyos principales clientes están en el negocio del petróleo y gas, apunta que espera una recuperación progresiva del margen, que se acercará al 4 por ciento a finales de 2019, tras situarse en el 2,1 por ciento en el primer semestre. Además, prevé un crecimiento de su cartera de pedidos y señala que "las perspectivas de contratación son positivas a medio plazo, apoyadas por una cartera de oportunidades a ofertar muy alta y con una renovación muy dinámica, que se mantiene consistentemente por encima de los 35.900 millones de euros desde hace un año".En el primer semestre, el ebit fue de 27,4 millones de euros, con un margen operativo del 1,2 por ciento. Este beneficio de explotación "refleja los mejores márgenes de los proyectos recientemente adjudicados, que compensarán progresivamente los menores márgenes de los proyectos que se están entregando con éxito", explica el grupo. Por otro lado, los ingresos cayeron un 1,8 por ciento respecto a los registrados entre enero y junio de 2018, y se sitúan en 2.220 millones. La firma atribuye este descenso a un desequilibro en la cartera de pedidos debido a una combinación de proyectos bien "en fase temprana de ejecución o bien en una fase avanzada de construcción".La mayor caída se ha dado en la división energética, con un descenso del 61,8 por ciento, al alcanzar unas ventas de 144,4 millones. En este sentido, la compañía explica que "cuatro de los cinco proyectos de la división han entrado en la última fase de construcción" y reconoce que "esta caída de las ventas impactó al margen operativo de la división, por las dificultadas relativas a la fase de entrega y una menor absorción de los costes comerciales y de estructura de la división". En cualquier caso, la división de petróleo y gas fue la que representó el 91,5 por ciento de la facturación total. Así, con unas ventas de 2.027 millones de euros, esta área registró un incremento del 11,6 por ciento.