La bolsa aplaude a la compañía por renunciar a la compra de ITPLa compañía española Indra ha reducido sus ganancias semestrales el 7,8 por ciento, hasta los 34 millones de euros, debido a la conjunción de una serie de contingencias como el incremento del gasto por impuestos y el mayor resultado atribuible a socios externos, que ascendió de forma puntual y extraordinaria hasta los 3 millones de euros. En el mismo periodo, los ingresos subieron un 5,7 por ciento y la cartera de pedidos alcanzó los 4.420 millones de euros, por lo que volvió a superar su nivel histórico más alto, mientras que la contratación alcanzó los 1.930 millones de euros. Según valoró ayer Fernando Abril-Martorell, presidente de la compañía, los resultados del semestre de 2019 "continúan estando en línea con nuestras expectativas de crecimiento y rentabilidad para el conjunto del año (guidance 2019) y nuestros esfuerzos de gestión siguen focalizados en lograr todos nuestros objetivos para el año, con especial atención en la rentabilidad (ebit) de nuestras operaciones y la gestión del circulante". El mismo ejecutivo recalcó, a través de un comunicado, que el resultado "viene marcado por la aceleración del crecimiento orgánico de los ingresos y de la contratación en prácticamente todos los negocios, así como la mejora de la rentabilidad impulsada por Minsait".El ebit en el primer semestre de 2019 se situó en 79 millones de euros frente a los 73 millones del primer semestre de 2018 (lo que supone un crecimiento del 8 por ciento), por la mejora de la rentabilidad de las operaciones en la división de Minsait. El Margen EBIT de los seis primeros meses de 2019 se situó en el 5,1 por ciento frente al 5,0 por ciento en el primer semestre de 2018.Por otra parte, Indra disfrutó ayer de una jornada bursátil especialmente próspera tras revalorizarse un 6,04 por ciento después de que haya abandonado la compra de ITP y apueste por el crecimiento orgánico, sin renunciar a seguir explorando nuevas inversiones.