Indra ha decidido abandonar las conversaciones que mantenía con Rolls Royce para tratar de hacerse con el control de la Industria de Turbopropulsores (ITP). La intención de la compañía era acometer una ampliación de capital para poder entrar en este negocio pero la situacion de Sepi con los recortes a REE y Enagas se ha complicado y podría haber dificultado la operacion o la falta de apoyo del Gobierno al presidente de la empresa.Indra continuará con la ejecución de su Plan Estratégico y seguirá explorando las oportunidades de inversión que se le presenten y tengan encaje en dicho Plan.El presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, afirmó en la Junta de Accionistas que la posible compra de ITP, "uno de los líderes mundiales en el sector aeroespacial y de defensa", sería "transformacional" para Indra, a la que dotaría de mayor escala en el ámbito aeroespacial para competir mejor en los mercados internacionales, a la vez que mejoraría su mix de negocio. Abril-Martorell precisó entonces que aún no se había adoptado ninguna decisión definitiva al respecto y dejó muy claro que no se podía saber si las conversaciones con Rolls-Royce llegarían a buen puerto.Según Rolls Royce, "Como dijimos el 14 de junio, Indra había mostrado un interés preliminar y condicional en adquirir una participación mayoritaria en ITP Aero. No promocionamos activamente la venta del negocio, ni lo estamos haciendo ahora.Somos conscientes de que ITP Aero ha atravesado un periodo de gran incertidumbre y ahora queremos garantizar un periodo de estabilidad al equipo de dirección y los empleados". La operación de Indra había levantado un amplio recelo en el sector ya que podía generar una posicion de privilegio ante los contratos de Defensa. Una de las primeras fichas que se movió para esta operación llegó de la mano de Indra, que fichó en enero en 2018 a Ignacio Mataix, ex director general de ITP, al que nombró consejero ejecutivo con responsabilidad sobre el negocio de T&D (que agrupa las actividades de Defensa y Seguridad, Transporte y Gestión de Tráfico Aéreo). Este fichaje mostraba cómo Indra pisaba el acelerador en su estrategia para convertirse en una referencia en defensa. Este nombramiento llegaba apenas un mes más tarde de que Rolls Royce recibiera el visto bueno definitivo para comprar el 100 por cien de ITP Aero a la familia Sendagorta (los fundadores de Sener y dueños del 53,1 por ciento de la ingeniería vasca), tras casi año y medio a la espera de recibir la autorización por parte de las autoridades de competencia correspondientes.