En pleno intento frustrado para investir a Pedro Sánchez como presidente del Ejecutivo, el Banco Santander reclama a los distintos partidos políticos que se forme Gobierno "cuanto antes" para fomentar la estabilidad y dar certidumbre al país. El consejero delegado del grupo financiero, José Antonio Álvarez, insistió durante la presentación de resultados del primer semestre de la entidad en la necesidad de que haya ya un Ejecutivo que dé horizonte de certidumbre, independientemente de la dirección política y económica que estime correcto. A su juicio, un Gobierno estable "favorece las dinámicas de inversión, que es el escenario que queremos". El banco presentó ayer unos resultados marcados por un menor crecimiento en el mercado europeo (ganó 2.354 millones en esta área, un 3 por ciento menos que un año antes), asfixiado por las políticas monetarias del Banco Central Europeo (BCE), que mantiene los tipos de interés en negativo por más de tres años consecutivos. Álvarez aseguró que, si el organismo que encabeza Mario Draghi vuelve a recortar tipos, el banco se planteará cobrar a las grandes compañías por las cuentas no operativas (las que no se utilizan, pero tienen depositado dinero). Actualmente, la entidad, como el resto de bancos, ya cobra a los clientes institucionales por los depósitos. De esta manera, ampliaría el número de productos a los que aplica cobros, como medida de oxígeno ante el escaso margen para incrementar los ingresos por los bajos tipos. Álvarez aseguró que si el BCE recorta los tipos cien puntos básicos, supondría una caída de 1.000 millones en ingresos en Europa. Respecto a los continuos mensajes del Banco de España al sector de moderar el reparto de dividendo en efectivo ante la escasa capacidad de la banca de generar capital, Álvarez aseguró que el Santander va a continuar con la misma política de dividendos y el objetivo de elevar el pay-out (porcentaje del beneficio que se reparte a los accionistas) al 40-50 por ciento. No obstante, no cierra a la puerta a recuperar en el futuro la política de retribución a través de acciones. El ERE lastra el beneficioLos resultados del Santander en el primer semestre se vieron lastrados por los costes de reestructuración para ejecutar el ERE por la integración del Popular. El grupo ganó 3.231 millones, un 13,9 por ciento menos que un año antes, a causa de los 814 millones provisionados para llevar a cabo los recortes. La entidad cargó contra resultados 108 millones en el primer trimestre y otros 706 millones en el segundo. De ésta última cifra, 626 millones corresponden a la reestructuración prevista en España (reducirá 3.223 empleados) y en Reino Unido (recortará unos 850 empleos). Además, también ha realizado una provisión adicional de 80 millones para seguros de protección de pagos en la filial británica. Estos ajustes están contemplados en el Plan Estratégico del banco con el objetivo de reducir un 10 por ciento la base de costes en el mercado europeo para ahorrar 1.000 millones al año. Si el Santander no hubiera materializado la provisión por reestructuración, habría ganado 4.045 millones, prácticamente la misma cuantía que un año antes. El margen de intereses creció un 4,2 por ciento, hasta los 17.636 millones, mientras que las comisiones descendieron un 0,4 por ciento, hasta los 5.863 millones. El margen bruto fue de 24.436 millones, un 1,1 por ciento más y los gastos de explotación crecieron un 0,9 por ciento, hasta los 11.587 millones. En España, el banco ya ha comenzado a notar las sinergias por la integración del Popular, con una caída de los gastos del 7,3 por ciento, hasta los 2.044 millones. El Santander ganó 694 millones, un 5 por ciento más que un año antes. El negocio en Reino Unido sigue en tendencia descendiente, por la presión competitiva sobre los márgenes hipotecarios y el banco ganó 582 millones de euros, un 13 por ciento menos.Brasil, sigue liderando los resultados, ganó 1.482 millones, un 18 por ciento más, aportando el 29 por ciento del beneficio atribuido. Sin embargo, el mercado de EEUU fue el que más creció, con unas ganancias de 465 millones, un 30 por ciento más, por el incremento de la financiación de venta de coches. Respecto al ratio de solvencia, la entidad cerró los seis primeros meses del año con una tasa de capital (medida con el índice CET 1 fully loaded) del 11,3 por ciento, 50 puntos básicos más que hace un año y la misma que al cierre del primer trimestre del año. La rentabilidad sobre el capital (ROE) se sitúa en el 7,41 por ciento, cuando un año antes estaba en el 8,24 por ciento, mientras que el ratio de morosidad ha bajado al 3,51 por ciento, frente al 3,92 por ciento en el que se situaba hace un año.