El Grupo Socialista ha decidido no perder el tiempo en la legislatura que está dando sus primeros pasos. El PSOE ya ha registrado sus seis primeras proposiciones de ley recuperando varias iniciativas que quedaron encalladas en el anterior ciclo parlamentario. Entre ellas está, cómo no, la reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, causa de uno de los principales fracasos de los socialistas cuando iniciaron su mandato en Moncloa el año pasado. Cabe recordar que entonces el Ejecutivo presentó una nueva senda de estabilidad presupuestaria, con sus correspondientes objetivos de déficit más flexibilizados, pero que tenía que recibir el visto bueno tanto del Congreso como del Senado, donde tenía mayoría absoluta el Partido Popular y Cámara en la que, en su segunda vuelta al recorrido parlamentario, fue vetada. Para evitar esto, el PSOE, junto con aliados parlamentarios como Podemos o Compromís, propuso una reforma de la Ley de Estabilidad para suprimir la capacidad de veto del Senado, pero no se llegó siquiera a votar, por el bloqueo que aplicaron en la Mesa del Congreso tanto Partido Popular como Ciudadanos. Esta es la reforma que ahora recupera el PSOE, a pesar de que, en realidad, no le hace falta. Los socialistas cuentan, tras las elecciones del 28 de abril, con mayoría absoluta en la Cámara Alta. A pesar de ello, consideran que la redacción actual no permite que la aprobación de los objetivos de déficit, deuda y regla de gasto "sea ágil y adecuado a cada órgano constitucional. Además, "abre la puerta a un bloqueo político que puede poner en peligro el cumplimiento de las obligaciones presupuestarias contraídas por España".