Emprendedores

Fabricar un peluche no es ningún juego, ¿o sí?



    "Uno de nuestros clientes le regaló un elefante a un amigo porque decía que tenía las mismas orejas". El sentido del humor y la ironía también tienen cabida en esta empresa que quiere hacer realidad los sueños de los más pequeños de la casa y también de los mayores.

    Animal Party no es una tienda de juguetes corriente, ya que permite al usuario participar de forma activa en la creación del producto. "Es muy divertido porque además de que el cliente interviene en la fabricación de su propio peluche, durante el proceso también colaboran monitoras tituladas que amenizan todo el recorrido", comenta Elena Nieto, directora de expansión de la empresa.

    Joven y en crecimiento

    Llevan poco más de un año, desde su creación en 2008, pero la idea proviene de la empresa estadounidense Teddy Bear Stuffers, creada en 1996 y líder en el mercado americano.

    La compañía ha comenzado su expansión internacional al tiempo que está consolidándose en nuestro país, tal y como explica la directora de expansión: "Estamos en conversaciones con otros países y acabamos de abrir nuestra primera tienda en París. También vamos a inaugurar un nuevo local en el barrio de San Blas, en Madrid".

    Con una cifra de beneficios de aproximadamente 220.000 euros, esta pyme -que además está franquiciada- también se dedica a la preparación de cumpleaños y fiestas infantiles, así como a organizar talleres y charlas educativas sobre naturaleza dirigidas a colegios.

    Peluiche 'a medida'

    ¿De qué forma puede participar el cliente? En primer lugar se elige la piel del peluche de entre 20 modelos de animales diferentes y después se rellena mediante una máquina muy fácil de manejar. Tras darle forma llega uno de los momentos más esperados: concederle vida al muñeco. Para ello se coge una estrella que simbolice el alma y se pide un deseo antes de introducirla en su interior.

    El siguiente paso es elegir la ropa de entre 60 modelos y a continuación se incluye un sonido. Por último, se elige un nombre para el peluche y en la tienda se encargan de proporcionar su certificado de nacimiento y una cuna para llevarlo.

    Por 11,75 euros se obtiene un peluche que incluye la piel, el relleno, el momento de ocio, la estrella, la cuna y el certificado de nacimiento. "El precio puede ascender hasta los 20 euros si le añadimos algún complemento, como por ejemplo un sonido", comenta Elena Nieto.

    Regreso a la infancia

    Las reacciones de los consumidores son muy diversas. Los niños lo viven de una forma muy intensa, ya que tienen su momento mágico para crear un peluche a su medida y que les dure toda la vida. "Las caras de los niños cogiendo la estrella y pidiendo un deseo son uno de los mejores momentos. Cierran los ojos, juntan las manitas y se concentran mucho, es para grabarlos", comenta Nieto. Por otro lado, aunque al principio les dé algo de vergüenza participar en algo así, los adultos también lo disfrutan.