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Andalucía fija un máximo de diez festivos de libre apertura al año para comercios

  • Critican que el Gobierno no da respuesta a los verdaderos problemas de las pymes
Foto: Archivo


El Consejo de Gobierno de la Junta andaluza ha fijado un máximo de diez domingos y festivos de libre apertura al año para comercios, una cifra que coincide como la establecida como mínima por el Gobierno de la Nación.

Según ha explicado en rueda de prensa el consejero de Turismo y Comercio, Rafael Rodríguez, el objetivo de la Junta con esta modificación legal, que también incluyen mejoras en la regulación del comercio ambulante y de las ferias de oportunidades, es "preservar al máximo los intereses de las pymes frente a la nueva regulación del Gobierno de la Nación, que beneficia a las grandes superficies".

La nueva normativa incorpora la opción de mínimos de regulación de horarios y festivos de libre apertura. Esta opción, la menos perjudicial para el equilibrio del tejido comercial, se concreta en unos topes mínimos de 90 horas semanales para el desarrollo de la actividad de los comercios y de diez domingos y festivos anuales de apertura autorizada, frente a las 72 horas y ocho festivos establecidos hasta ahora.

Libertad para grandes superficies

Por otro lado, sigue vigente la libertad horaria que la legislación autonómica ya establecía para los locales de menos de 300 metros cuadrados, las tiendas de conveniencia, los establecimientos de estaciones y aeropuertos y los establecimientos de los municipios andaluces declarados zonas de gran afluencia turística.

En este sentido, el consejero ha expuesto que el 97 por ciento de los esteblecimientos comerciales al por menor (con una superficie de exposición y venta de menos de 300 metros cuadrados) tienen un régimen de libertad horaria, de manera que podrán abrir cualquier día del año.

Apoyo al modelo andaluz

Con esta modificación en la Ley de Comercio Interior de Andalucía, según ha expuesto Rodríguez, se persigue, ante todo apoyar, preservar e incentivar los pequeños y medianos comercios y apostar por un modelo netamente andaluz, que no es ni "anglosajón, centroeuropeo o chino".

Ha lamentado que el decreto del Gobierno de la Nación cambiara las reglas del juego en el sector comercial, sin consultar con ninguna comunidad, y no diera respuesta a los problemas del pequeño y mediano comercio (la debilidad de la demanda, las dificultades financieras o los problemas de competencia desleal), sino que lo que pretende es un travase de renta a los grandes centros comerciales.