Empleo
'Yesterbox': La técnica que te permitirá mantener tu e-mail a raya
- Esta técnica propone renunciar a contestar todos los correos siguiendo una simple regla
Víctor Millán
Tener decenas de correos sin leer ni contestar. La pesadilla de muchos trabajadores. ¿Cómo gestionar bien el correo? El objetivo del denominado 'Inbox 0' es ambicioso, pero a veces también toca aprender a renunciar. Eso es lo que propone la denominada técnica del 'yesterbox'.
Esta técnica -que podemos traducir como algo así como correoayer- provienen del difunto CEO de Zappos, la conocida marca de zapatos, Tony Hsieh, quien la describió como una forma de "aliviar la culpa del correo electrónico". El concepto es sencillo: Hoy solo te ocupas de los correos de ayer.
Hsieh explicó que tener la bandeja de entrada a cero no sólo es un objetivo difícil de alcanzar, sino casi imposible; en cuanto empiezas a responder correos, llegan respuestas. Por su propia naturaleza, el correo electrónico es una forma de correspondencia, lo que significa que estás enviando y recibiendo, y para que sea eficaz, tiene que ser continuo.
El secreto es renunciar: contestar solo lo que procede en cada momento
No sabes cuántos correos vas a recibir hoy. El único número real y finito con el que puedes contar es el número de correos electrónicos que recibiste ayer, así que ahí es donde debes centrarte, según la propuesta, si quieres evitar quedar atrapado en el ir y venir de la comunicación inmediata.
Para empezar a usarlo, se recomienda además seguir unos pasos:
Empieza por elegir un momento para ocuparte de los correos electrónicos cada día: Lo ideal sería por la mañana, para que no se te escape nada demasiado urgente del día anterior.
Utiliza ese tiempo para mirar y responder únicamente a los correos electrónicos que recibiste el día anterior: A continuación, filtra los correos del día anterior que requieran más esfuerzo por tu parte, ya sea una respuesta larga o la inclusión de archivos adjuntos. Puedes marcarlos con una estrella o moverlos a una carpeta, pero concéntrate primero en los que requieren respuestas sencillas, o ninguna respuesta.
Y lo más importantes: una vez hecho eso, no vuelvas a consultar tu correo hasta la mañana siguiente.
Así se crea una lista de tareas finita que no se alarga durante todo el día y que en muchas ocasiones solo sirve como un elemento más para posponer una tarea más importante.