¿Cuáles fueron las estrategias de Sánchez, Rivera e Iglesias en el debate 'a tres'?
EcoDiario.es
Más allá de los ataques a dos bandas y los pullas de unos candidatos a otros, los tres aspirantes a La Moncloa que ayer debatieron en el encuentro organizado por El País desglosaron lo más granado de sus propuestas pero partiendo siempre desde un mismo pilar estratégico. Especial elecciones del 20D.
Si el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se aferró a la experiencia de Gobierno de su partido a la hora de otorgar un respaldo a sus promesas, la estrategia del presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, y del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, consistió en arrinconar al socialista acusando a su partido de "vieja" política y de hacerse valer cada uno de ellos como baluarte del cambio y del regeneracionismo político.
Esta estrategia de cada aspirante se manifestó de forma más notoria al final del debate, cuando cada uno de los tres candidatos contó con un 'minuto de oro' para resumir las líneas maestras de su argumentario. En esos 60 segundos, Sánchez, Rivera e Iglesias dejaron clara la intención de su mensaje.
El legado socialista
Sánchez, que durante todo el debate aprovechó su posición en el atril central para escenificar su equidistancia con los dos rivales, se mostró en todo momento con gesto presidenciable y no dejó de usar en todo el debate el debate la coletilla "si llego a presidente".
El socialista hizo valer las leyes aprobadas tanto en los años 80 por Felipe González como a partir de 2004 por José Luis Rodríguez Zapatero. "Si en los 80 conseguimos la España de los derechos y en 2004 la de las libertades, ahora lograremos la España de las oportunidades", expresó Sánchez como cierre a su intervención.
El líder del PSOE aprovechó también durante todo el debate la ausencia en la cita del presidente del Gobierno y candidato del PP al 20D, Mariano Rajoy, para postularse como principal alternativa al actual Ejecutivo y para convertirse en el foco central que quitase protagonismo a sus dos contendientes, líderes de los dos partidos emergentes.
Oposición a Mas y pactos
Rivera, por su parte, empezó el debate haciendo gala de un tono dialogante y defendió la búsqueda de acuerdos. El líder de Ciudadanos remarcó que su fuerza es la más capacitada para revertir la situación económico y cargó a lo largo de toda la velada contra el bipartidismo que ha llevado a España hasta la situación actual.
Donde más rotundo se mostró Rivera como valedor de Ciudadanos fue en el tema catalán. El presidente de la formación 'naranja' no dejó pasar la ocasión de reseñar los nueve años de oposición política que su formación ha hecho contra el nacionalismo y el independentismo en Cataluña. "Algo sabemos de esto", dijo Rivera frente a sus dos oponentes para dejar claro que no contempla que la mejor idea sea alcanzar un pacto con Artur Mas, al que ha 'combatido' estos años en el Parlament.
Del mismo modo, Rivera defendió la política de pactos de Ciudadanos tras las autonómicas como síntoma de la regeneración política en España dejando patente que en lugares como Madrid o Andalucía el apoyo del partido a los actuales Gobiernos en su investidura ha reportado una mejora de la situación.
El espíritu de Carmena y Colau
Iglesias, que al cierre de su intervención se significó por no pedir el voto del electorado, se erigió en todo momento como verdadero exponente del cambio político en España. Acusó a sus rivales de copiar medidas de Podemos que antes habían calificado de populistas y no dejó de utilizar la sorna en ciertos momentos como cuando preguntó a Sánchez si cree que David Cameron es un "peligroso miembro de la URSS".
El mayor aval que presentó Iglesias a lo largo del debate fue el éxito el 24M de candidaturas de apoyo popular que acabaron consiguiendo alcaldías de renombre, como la de Madrid con Manuela Carmena y la de Barcelona con Ada Colau. También sacó varias veces a colación Iglesias el nombre de Mónica Oltra, como exponente del cambio político ocurrido en Valencia tras los comicios de esta primavera.