Elecciones Autonómicas 2011

Rajoy y Zapatero se juegan España en el 'bingo' de Guadalajara

    José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Foto: Archivo


    "El futuro de España se juega en Castilla-La Mancha y el futuro de Castilla-La Mancha se juega en Guadalajara". Esta sentencia de un alto dirigente del Partido Popular es uno de los pocos puntos de coincidencia hoy entre socialistas y populares.

    Los primeros, porque saben que la pérdida de uno de sus tres bastiones históricos supone el principio del fin de sus escasísimas opciones de revalidar Gobierno en 2012.

    Y los segundos, porque si no arrebatan uno de esos tres feudos de referencia, en la peor crisis económica y social de la historia, habrán perdido credibilidad y, lo que es más grave, habrán quemado nada más y nada menos que a la número dos del partido, una apuesta personal de Mariano Rajoy que, aunque sin tener culpa, quedaría invalidada para liderar nada dentro y fuera del PP que colidera.

    Por eso ambos van a poner toda la artillería en el frente de Guadalajara. Por eso y porque las encuestas, las oficiales y las internas, nada aclaran o muy poco.

    Me dicen que a los cuarteles generales de ambos bandos ha llegado una encuesta realizada por una de las más prestigiosas firmas de este ámbito, realizada en la primera semana de mayo, y que inclina ligeramente la balanza hacia el PP, pero con tan tenue diferencia que todos los escenarios se antojan posibles.

    Los resultados de la encuesta

    De acuerdo con los resultados de esa encuesta, los dos grandes partidos empatarían en escaños -que no en votos, donde gana el Partido Popular- en Cuenca y Albacete. El PSOE ganaría en Ciudad Real, aunque rebajando la diferencia de los actuales dos escaños a uno solo.

    Al PP le faltaría sólo un punto para tener mayoría de escaños en Toledo. Y en Guadalajara, a día de hoy, María Dolores de Cospedal supera en tres puntos porcentuales los votos necesarios para ganar con los escaños suficientes para que, por primera vez en la reciente historia democrática, los populares gobernaran en la tierra de Don Quijote.

    Sin embargo, en la sede de Génova no las tienen todas consigo. Las diferencias son tan nimias y la ley electoral diseñada a imagen y semejanza de Barreda tan complicada, que con más de una semana de campaña todo puede suceder.

    Es más, para muchos responsables de la oposición mayoritaria "es bastante más fácil conseguir el punto que nos faltaría en Toledo que mantener los tres que tenemos de ventaja en Guadalajara".

    El oponente socialista

    Y eso que la provincia alcarreña se beneficia en gran medida del tirón de Esperanza Aguirre, y su actual alcalde, Antonio Román, arrasa en las encuestas, con más de 20 puntos de ventajas sobre su oponente socialista.

    Guadalajara es una circunscripción muy especial. Con un crecimiento poblacional relativamente reciente, y con un 70 por ciento de la población censada que sólo acude a su casa para dormir. Porque son gentes de Madrid, que compraron su vivienda en un escenario más barato, pero que trabajan, compran, escolarizan a sus hijos y miran a Madrid, la metrópoli de la que reciben también todas sus influjos políticos y en la que disfrutan o padecen de los resultados de la gestión de los gobiernos de Aguirre y Gallardón.

    Y esa es la baza que quieren explotar en el PP, nacional, si les dejan. Porque a nivel regional, el partido está "manejado" por la cúpula de Toledo, que intenta formar una especie de guardia pretoriana en torno a Cospedal, ante la perplejidad de los parlamentarios y dirigentes de Guadalajara que, al final, son conscientes de que el bingo electoral puede ser una ruleta rusa para ellos.