Obama rinde homenaje a King, pero alerta que su "sueño" exige vigilancia
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, rindió este miércoles un emocionado homenaje a Martin Luther King y su lucha por una sociedad igualitaria y armónica, pero añadió que el "sueño" expresado en su histórico discurso de hace medio siglo requiere "vigilancia constante".
Exactos 50 años después del legendario discurso conocido como "I have a dream", el primer presidente negro de Estados Unidos ocupó el mismo lugar en el Lincoln Memorial de Washington donde King se dirigió a una enorme multitud en 1963 para una alocución que ayudó a cambiar la historia del país.
King "dio voz a la callada esperanza de millones, ofreció un camino de salvación para oprimidos y opresores por igual. Sus palabras pertenecen a la historia, son más potentes y proféticas que cualesquiera otras en nuestro tiempo", dijo Obama.
El presidente estadounidense también recordó a los miles de manifestantes anónimos que se unieron a King en su famosa "Marcha sobre Washington" para exigir respeto por sus derechos y despertar la "conciencia adormecida" del país.
"Porque ellos marcharon, los consejos municipales han cambiado, los poderes legislativos en los Estados cambiaron, el Congreso cambió y, sí, en un momento hasta la Casa Blanca cambió", dijo Obama en referencia a su propia elección como presidente, en una frase que desató una ovación entre la multitud congregada a pesar de una llovizna casi permanente en Washington.
Obama sostuvo que "negar la magnitud del progreso, sugerir -como ya se ha hecho- que poco ha cambiado, es una afronta al coraje y al sacrificio de quienes pagaron el precio de marchar en esos años".
Sin embargo, añadió que también sería una afronta "a esos héroes sugerir que el trabajo está completo. El arco de la moral universal puede tender hacia la justicia, pero no se tensa por sí solo. Asegurar los logros que este país ha alcanzado requiere vigilancia constante, no complacencia".
El presidente estadounidense pronunció su discurso junto a una enorme campana que fue rescatada del incendio de una iglesia en Alabama, donde cuatro niñas murieron en un ataque con connotaciones racistas en 1963.
En el podio, Obama fue precedido por dos ex presidentes, Jimmy Carter y Bill Clinton.
En su discurso, Carter lamentó la "bala racista" que quitó la vida de King en 1968, disparada por un activista blanco.
Por su parte, Clinton afirmó que era el momento de abrir las "puertas trabadas" que obstaculizan un espectro más amplio de oportunidades.