Estados Unidos

Obama y Romney: una campaña de ficción

    Imagen de la gallina Caponata en la campaña demócrata.


    La campaña electoral en EEUU funciona como un espectáculo en el que ambos candidatos buscan un guion perfecto para seducir a los ciudadanos de igual manera que lo hacen sus series favoritas de la televisión. Tanto Obama como Romney han apostado estos días por recurrir a los seres de ficción más aplaudidos.

    La vida de más de 300 millones de norteamericanos queda inevitablemente entrelazada a la de otros tantos millones de personajes que cada año habitan en las pantallas domésticas.

    De ahí que los candidatos a la Casa Blanca apuesten por incorporar estas ficciones a sus propios discursos, pese a la paradoja de que con ellos, el objetivo sea acercarse a las soluciones de los problemas de la realidad pura y dura, la del lado menos brillante de las televisiones.

    En EEUU, la política conjuga el mecanismo de un espectáculo más, y las campañas electorales intentan brillar y ofrecer con cada discurso de los candidatos un 'show' perfecto.

    Según relata el diario El País, Mitt Romney, candidato republicano, se está aficionando a utilizar en sus discursos el lema de la serie Friday Night´s Lights, que modifica en servicio del patriotismo buscado en su mensaje -"Clear eyes, full hearts and America can´t lose"-.

    Bartlet 'humilla' a Obama

    El ejemplo más llamativo visto esta semana de cómo la ficción y la realidad en la política norteamericana comparten un difuso límite lo supone la conversación publicada por The New York Times entre Obama y el presidente de ficción de la serie El ala oeste de la Casa Blanca, escrita por su guionista, Aaron Sorkin. 

    En un afilado encuentro, Jed Bartlet -el presidente al que encarna el actor Martin Sheen-, recrimina a Barack Obama su baja forma durante el primer debate mantenido con Mitt Romney, y le da consejos para dejarle KO en la próxima batalla dialéctica en Nueva York.

    "¿Estabas dormido? ¿Habías tomado medicación?", interroga el presidente ficticio a Obama, que prueba a usar tímidas excusas para explicar su derrota. "Parecía que Sasha te había dicho antes de salir al escenario que le gusta un chico que lleva tatuaje", continúa su reprimenda Bartlet.

    El actual presidente demócrata parece tomar buena nota de los apuntes de su 'reflejo' televisivo y hasta comparte cigarrillo con él.

    Barrio Sésamo, en campaña involuntaria

    Otro de los personajes que ha saltado al 'ring' de la campaña electoral estadounidense ha sido aún más sorprendente porque ni siquiera es de carne y hueso: la gallina Caponata de Barrio Sésamo. Para el público de EEUU, Big Bird.

    Los mismos productores del programa han tenido que enviar un comunicado pidiendo que dejen en paz a sus personajes después de que un vídeo de la campaña demócrata haya utilizado a la célebre gallina para criticar la intención anunciada por Romney de privatizar la cadena PBS, en la que se emite el conocido espectáculo infantil.