Editoriales

La tormenta perfecta del automóvil catalán



    La incertidumbre entre los inversores que las políticas de Quim Torra, centradas exclusivamente en el desafío soberanista, puede influir para mal en el motor catalán. Este sector afronta una década decisiva en la que está obligado a adaptarse a los nuevos modelos de automóviles eléctricos e híbridos que lanzarán los fabricantes.

    En caso de no poder reinventarse, el 75 por ciento de esta industria está en riesgo, según el Clúster de la Indústria d'Áutomoció a Catalunya (CIAC). Es decir: el 10 por ciento del PIB catalán y el trabajo de 50.000 personas peligran. Resulta obvio que en este contexto parecido al de una tormenta perfecta, la industria del automóvil necesita la estabilidad institucional que el Gobierno de Torra impide.