Un final perjudicial para Abertis
elEconomista.es
La CNMV autorizó ayer la OPA de Hochtief para hacerse con Abertis. La situación ha cambiado mucho en los meses transcurridos desde que la filial alemana de ACS hizo pública su oferta para competir con la ya presentada por la italiana Atlantia. De hecho, esta última firma y ACS trabajan ahora en la firma de un pacto que les permita evitar un costoso enfrentamiento entre ambas.
Sin embargo, el análisis de la OPA de Hochtief resulta aún muy ilustrativo a la hora de conocer al detalle cuáles son los planes de ACS para Abertis. En concreto, la constructora que preside Florentino Pérez expone a la CNMV un exhaustivo plan de desinversiones, al que sometería a la concesionaria española.
Las ventas van más allá de la previsible puesta en el mercado de Hispasat, y obedecen a la necesidad de pagar una parte de la cuantiosa deuda que Hochtief contraerá para llevar a cabo la operación. No en vano, las entidades que le prestarán el capital someterán a un atento escrutinio todo el proceso de desinversiones A la luz de esta hoja de ruta, es difícil creer que ACS busque mantener intacta Abertis, permaneciendo en su accionariado junto a Atlantia. Ésta es la solución que el Gobierno ve con buenos ojos, como garantía de la españolidad y la integridad de Abertis.
Con todo, lo que resulta mucho más acorde con los planes de la opa de ACS es, lejos de asociarse con una firma tan diferente como Atlantia, proceder al reparto de Abertis. Esta última se ve así abocada al más perjudicial de los finales y se demuestra que no era el objetivo de ACS preservar su españolidad. Invocar ese propósito le ha servido a la constructora como pretexto para acceder a su control, y a las plusvalías que generará su venta por trozos.