Editoriales

Aumenta el aislamiento del 1-O


    elEconomista.es

    El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se pronunció ayer con claridad sobre el desafío secesionista catalán. A pocos días de que la Generalitat intente celebrar su consulta independentista ilegal, Trump aprovechó su encuentro bilateral con el presidente Mariano Rajoy en Washington para ir más lejos de la posición oficial de su Secretaría de Estado.

    Este organismo, equivalente a los ministerios de Exteriores europeos, defendía que el 1-O es una "cuestión interna española". El presidente Trump, por su parte, fue contundente a la hora de mostrarse partidario sin ambages "de una España unida" y contrario, en lenguaje más coloquial, a la "tontería" de que Cataluña se escinda de España. Las pretensiones del 1-O presencian así un nuevo revés proveniente del exterior.

    El presidente Carles Puigdemont ha experimentado ese tipo de gestos en varios grados en los últimos meses. Lo hizo recientemente ante el nulo poder de convocatoria de su gira por varios países europeos, la cual no se vio secundada por ningún mandatario. También recibió otro claro mensaje, proveniente de los llamamientos de medios de comunicación extranjeros, a través de sus editoriales, a no persistir en la transgresión flagrante de la ley y renunciar a llevar a cabo el referéndum ilegal.

    Las palabras de Trump, por último, son la demostración más clara de hasta qué punto la consulta que la Generalitat aún pretende organizar este domingo despierta el pleno rechazo en la escena internacional. No cabe esperar otra respuesta ante una votación cuya puesta en marcha ha violado todas las normas de funcionamiento del Estado y del Parlamento catalán, y que no ofrece ninguna garantía (en cuanto a censo, interventores, recuento de votos...) en su organización.