Editoriales
Funcionamiento normal del FLA
elEconomista.es
El Gobierno aprobará un nuevo desembolso millonario a cuenta del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Cataluña será el territorio que más se beneficiará, con 1.800 millones en el próximo trimestre. Es inevitable que este dato despierte suspicacias en una semana en la que la Generalitat se empecina en mantener su pulso al Estado, y aún asegura que este domingo se celebrará su referéndum secesionista ilegal.
Conviene, sin embargo, no caer en simplificaciones y separar ambas realidades. El hecho de que Cataluña sea la autonomía que más recursos absorbe del FLA no constituye una novedad. Muy al contrario, es coherente con los criterios de reparto por los que se rige el Fondo y que han hecho posible que, desde su entrada en funcionamiento en 2012, Cataluña haya recibido más de 70.000 millones por esta vía.
En paralelo, no se puede afirmar que estemos ante una relajación de la intervención financiera a la que está sometida, de forma aún indefinida, la Generalitat. Es más, los desembolsos del FLA ya se encontraban bajo control directo de Hacienda antes de que se estableciera la nueva supervisión de las cuentas catalanas.
Puede garantizarse, en consecuencia, que la nueva inyección de recursos del Fondo irá destinada a sus únicos fines lícitos, que son el pago de facturas y la reducción del déficit de las autonomías. Sin duda, cabe discutir si tiene sentido que un mecanismo como el FLA, pensado para tiempos de crisis, siga en pie en el contexto actual de recuperación.
Ahora bien, mientras continúe vigente y Hacienda vele por el uso adecuado de sus recursos, nada justifica que se interrumpa el funcionamiento normal del FLA y se cree la situación de excepción en Cataluña que los independentistas persiguen.