Editoriales

Planes pendientes para el transporte


    elEconomista.es

    El cierre de la legislatura en absoluto significa una parálisis en el Ministerio de Fomento. Lo demostró ayer la titular de ese departamento, Ana Pastor, durante su intervención en el Ágora de elEconomista. La actividad licitadora está lejos de detenerse en las últimas semanas de mandato y, de hecho, una batería de proyectos en carreteras y tren por valor de 1.000 millones recibirá luz verde antes de final de año. La ministra se muestra también ambiciosa con respecto a la próxima legislatura, en la confianza de que el PP obtendrá "un muy buen resultado electoral". Por ello, prevé para los siguientes cuatro años el desarrollo de una infraestructura hasta ahora única en el mundo: una plataforma de conexión ferroaeroportuaria, que convertirá a la estación de Chamartín en la quinta terminal de Barajas.

    Se trata de un proyecto de gran calado: el sector aéreo conseguiría su muy demandado servicio de alta velocidad en el aeropuerto madrileño, al tiempo que quedaría demostrado que España aún está en condiciones de desarrollar grandes y eficientes infraestructuras. Sólo puede aplaudirse, por tanto, este ímpetu con el que su departamento cierra una legislatura marcada por las enormes dificultades derivadas de la crisis económica.

    Merece destacarse que, pese a los recortes presupuestarios, Fomento logró licitar proyectos por valor de 13.500 millones desde 2011, pero también es innegable que importantes iniciativas han quedado lejos de culminar. Es el caso del impulso esperado al Corredor Mediterráneo o la liberalización en el sector ferroviario. Son planes de gran peso estratégico que, inevitablemente, quedan ya pendientes para un próximo mandato, incierto desde el punto de vista político.