Editoriales
Un nuevo ciclo para el empleo en España
elEconomista.es
El mercado de trabajo español ha presentado un comportamiento notablemente anómalo desde el inicio de la crisis: no ha habido otra economía occidental que haya destruido tantos puestos de trabajo en proporción a los puntos que ha caído su PIB, lo que provocó que el total de desempleados superara los seis millones en el primer trimestre de 2013.
Exactamente dos años después, la situación ha dado un viraje de 180 grados, en la medida en que la primera Encuesta Anual Laboral del Ministerio de Empleo revela cómo el 93% de las empresas españolas prevé que no hará ningún ajuste de plantilla este año.
Es más, un 8,4% de las firmas ponen de manifiesto que prevén crear puestos de trabajo. Más prometedor incluso resulta el dato de que una quinta parte de esos nuevos empleos surgirán en sectores de alto valor añadido como las comunicaciones o las actividades financieras. Detrás de unas cifras tan optimistas actúa, en primer lugar, el agotamiento de un ajuste, acometido por el sector privado, que ha dejado las plantillas exhaustas. Indudablemente, también influye el empuje de una economía que se está recuperando a una velocidad que bate previsiones, y que ha provocado un aumento récord de las afiliaciones, cercano a las 200.000, en marzo.
Con todo, también merece destacarse el cambio que ha experimentado el marco legislativo que, en el inicio de la crisis, forzaba a las compañías a adaptarse a los ciclos recesivos por la vía exclusivamente del despido. Con la reforma laboral se han abierto nuevos cauces a ajustes menos traumáticos (en horarios, condiciones de trabajo...) que abren un nuevo ciclo para el mercado laboral, siempre que se acometan otras reformas estructurales aún pendientes.