Futuro más allá del cliente 'premium'
Los bancos abren con cautela el grifo del crédito hipotecario, en busca de clientes muy solventes, ya que exigen unos ingresos mínimos de 1.500 euros mensuales. Se ha desencadenado una auténtica lucha por hacerse con perfiles premium, que obliga a recurrir a diferenciales incluso más bajos que en tiempos del boom inmobiliario. La política de las entidades es comprensible, debido a las altas provisiones de riesgos a las que aún se encuentran sujetas. No obstante, con el afianzamiento de la recuperación, que puede permitir al PIB avanzar un 3% este año, el sector puede, como mínimo, comenzar a estudiar una normalización de sus criterios de selección, sin poner en riesgo su solvencia y evitando los excesos del pasado.