Editoriales

Editorial: El artífice de la renovación



    El presidente de El Corte Inglés, Isidoro Álvarez, falleció ayer en Madrid por una crisis cardiaca inesperada, tras sufrir una insuficiencia respiratoria el pasado miércoles. Tras veinticinco años al frente del grupo de distribución español, logró diversificar las fuentes de ingresos de la compañía con la apertura de nuevas enseñas comerciales y negocios variados.

    La incorporación constante de productos y servicios, la creación de nuevos espacios atractivos para el cliente y su adaptación para atraer consumidores diferentes han sido las claves de crecimiento de El Corte Inglés durante estos años. El grupo ha tenido que enfrentarse a los retos derivados del auge de las nuevas tecnologías y tratar de adaptarse a una competencia cada vez más feroz en precios y en canales de distribución, reforzando incluso sus propias marcas blancas.

    A partir de ahora, las riendas del nuevo grupo pueden recaer en manos de su sobrino, Dimas Gimeno, que tras años de preparación tendría el reto de mantener el crecimiento y desarrollar la internacionalización de una de las enseñas españolas más reconocidas en el mundo. El Corte Inglés consiguió el pasado ejercicio 174,35 millones de beneficio, el 6,2 por ciento más que en el año anterior, da empleo directo a 93.300 trabajadores, tiene presencia en Portugal y vende por Internet en Reino Unido, Holanda e Irlanda.

    Isidoro Álvarez ha sido el responsable del lanzamiento de cadenas ya plenamente consolidadas, como Sfera -que el año pasado aumentó un 21 por ciento su cifra de negocio- o Supercor, y de entrar en otros segmentos donde grandes grupos ya se habían posicionado. Su labor y prestigio en el sector de la distribución comercial serán ampliamente recordadas.