Editoriales

Editorial: Europa, en la encrucijada



    Mario Draghi tiras de las riendas de la política monetaria y actúa, mientras los líderes europeos dudan sobre el camino a seguir ante esta nueva etapa que abre el fin de la austeridad monetaria. El gobernador del BCE una vez más está consiguiendo sus objetivos, por eso las bolsas del continente saludaron ayer con importantes subidas las palabras de Draghi en Jackson Hole.

    Las buenas noticias no restan gravedad al momento crítico que vive Europa, con Francia e Italia (la segunda y tercera economías de la zona) en un callejón sin salida por la falta de reformas y su efecto negativo sobre el crecimiento. La pregunta que divide a los líderes europeos es si para activar la economía, además del impulso de Draghi, hay que abandonar la consolidación fiscal, dejar de lado las reformas y echarse en brazos de políticas fiscales expansionistas.

    Esta es la postura que defiende Renzi y, por inoperatividad, Hollande, que lleva desde que llegó al poder en un inútil empeño de aplicar unas reformas que nunca llegan. Por eso su primer ministro, Manuel Valls, nombra hoy un nuevo Ejecutivo con un ministro que, a diferencia del saliente, sí apoye los cambios que necesita y no busque el enfrentamiento con Merkel. La canciller es la única que puede permitirse el lujo de impulsar una política fiscal más estimulante, debido a la consolidación fiscal y las reformas de la Agenda 2010, que han permitido a su país sortear la crisis.

    Merkel busca apoyos como el de Mariano Rajoy, que se solaza en la imagen de alumno aventajado. La encrucijada de la eurozona es cómo reducir el peso del déficit y la deuda y al mismo tiempo crecer. Se necesita una política monetaria expansiva, como propone Draghi, acompasada con nuevas reformas.