Editoriales

Editorial: Costes laborales excesivos



    Parece una contradicción que cuando los salarios de los trabajadores españoles están en su nivel más bajo, los costes laborales no salariales sigan siendo tres puntos más altos que en Europa. Mientras que en la UE representan el 23,7%, en España suponen el 26,6%. Aparte del sueldo, los costes laborales integran las cotizaciones sociales, el desempleo y la indemnización por despido. Sólo las cotizaciones a la Seguridad Social representan el 23% del coste laboral.

    Estos datos reflejan como todo el esfuerzo de las empresas y trabajadores para ganar competitividad se ha tenido que hacer a costa de bajar sueldo, debido a la rigidez de los otros elementos que conforman el coste laboral. La reforma ha reducido la indemnización por despido, pero la prestación por desempleo tiene todavía una duración máxima de dos años, cuando varios de nuestros vecinos han reducido el tiempo de la prestación.

    Además, cada mes el sistema de pensiones tiene que hacer frente a una nómina de más de 8.000 millones de euros, además de otras prestaciones del sistema. Empleo recurre a este enorme gasto y al elevado nivel de paro, que merma los ingresos del sistema, para justificar su negativa a bajar cotizaciones como reclaman los empresarios. Ayer Manuel Teruel, presidente de la Cámaras, insistió en que es necesaria una reforma fiscal que contemple la reducción de cuotas. Sin este paso, prometido aunque no cumplido por el Gobierno, se dificulta la recuperación, pues los bajos salarios inciden sobre el consumo y se mantiene la brecha con nuestros vecinos europeos. Razón que explica la insistencia de Bruselas en profundizar en la reforma laboral, para eliminar las rigideces descritas, y en bajar cotizaciones.