Editoriales

Editorial: La vigilancia a la banca, esencial



    José Viñals, director de Asuntos Monetarios del FMI, habla de la conveniencia de romper el peligroso vínculo entre banca y deuda soberana. La Unión Bancaria Europea, con la mutualización de los riesgos de quiebra y la recapitalización directa, contribuirá a diluir este nexo y a establecer futuras barreras de defensa. En el presente, sin embargo, la disolución sólo vendrá de la mejora económica. En los peores momentos de la crisis se estableció una estrecha relación entre banca y Estado que salvaba los muebles para ambos a sabiendas que la situación creada no era sostenible.

    Para la banca, con la caída de su actividad comercial, era un modo de mantener ingresos y para los Estados, sobre todo de países periféricos como España, era la vía para sustituir la huida de inversores y financiarse. Con la recuperación, la ayuda de los bancos para apoyar la deuda soberana de su país ya no es imperiosamente necesaria y si la banca, en ese momento ya está saneada, está en disposición de dar crédito a la economía, que es su función esencial. Por ello, insiste Viñals, en que no hay que bajar la guardia con las entidades, a pesar de los esfuerzos realizados en España en recapitalización y provisiones, ya que aún existen riesgos no despreciables, como la alta morosidad. Si el saneamiento de los bancos españoles se certifica con los test de estrés europeos, se fortalecerá la confianza de los inversores sobre su salud y será un paso esencial para que vuelvan a estar en disposición de dar crédito y apoyar la reactivación económica. Serán unos ejercicios, así lo esperan todas las instituciones, exigentes, para ser creíbles. Y que España saque buena nota es algo crucial pero no sólo para la banca, sino para el país.