Editoriales

Editorial: Problemas de la independencia



    Los defensores de la independencia de Cataluña han dado muchos argumentos sobre las ventajas que reportaría la secesión de España. No por numerosos son menos discutibles, pero contrastan con el silencio del Gobierno y del resto de políticos españoles para rebatirlos de una forma científica. Esto es lo que hizo ayer el Instituto de Estudios Económicos, la factoría de ideas de CEOE, en el segundo trabajo que realiza sobre La Cuestión Catalana.

    La independencia no es la panacea para las dificultades económicas de esta autonomía como muchos están prometiendo, ni tampoco es cierto que sea tan grande el desequilibrio entre lo que recibe de España y lo que aporta, se dice en el informe. Este proceso, igual que sucedería en Escocia, supondría un duro golpe para la economía del que tardarían tiempo en recuperarse. Los catalanes tienen derecho a saber esto. Cataluña dejaría de pertenecer a la UE si abandona España, de la misma forma que su comercio se resentiría y el impacto sobre su PIB sería mucho mayor del 1 por ciento que aseguran algunos. No contaría con apoyos internacionales fuertes como es necesario en este tipo de procesos. Los ciudadanos deben analizar estos pros y contras porque se juegan mucho más de lo que arriesgan quienes prometen un escenario económico irreal a los catalanes agobiados por la crisis. El Gobierno y la Generalitat están obligados a encontrar una solución. Ambas partes, por acción u omisión, se han excedido y es preciso apurar el poco tiempo que queda para el diálogo.