Editoriales

Editorial: Rajoy cambia de rumbo fiscal



    El segundo Debate del Estado de la Nación de Mariano Rajoy marca un cambio de rumbo en la política económica al abrir paso a una tímida rebaja de impuestos en el IRPF y a una bajada de cotizaciones. Ambas medidas son bien recibidas. Hasta la fecha sólo habíamos asistido al anuncio de sucesivas subidas impositivas e incumplimiento de promesas electorales. Bien es cierto que la coyuntura económica aumenta el margen de actuación.

    Ayer el presidente confirmó una revisión al alza del PIB hasta el 1% en 2014. ¿Es esto lo que se esperaba? La rebaja fiscal -que sin duda tiene buena venta electoral- afecta a un millón y medio de contribuyentes con un nivel muy bajo de tributación, por lo que su impacto individual es mínimo, aunque no desdeñable para el bajo nivel de rentas a las que afecta. Pero aún no se dispone de elementos suficientes para juzgar el calibre de esta medida. Por ejemplo, se desconocen los cambios que se van a operar en la estructura del impuesto.

    Esta timorata rebaja fiscal quedó ensombrecida por la bajada de cotizaciones, que representa la tarifa plana de 100 euros en Seguridad Social para nuevo empleo indefinido. Esta decisión, de aplicación inmediata, supone un importante acicate para crear empleo, ya que reduce un 80% la cotización empresarial para un salario medio de 25.000 euros. Sólo dura dos años, por lo que al tercero vuelven a subir las cuotas; no responde a la rebaja permanente que pedían las empresas, ni tampoco elimina la dualidad del mercado laboral. Se trata de anuncios en la buena línea, pero insuficientes. Habría que avanzar hacia el contrato único, una bajada mayor de impuestos y reducir de forma permanente las cotizaciones.